¿POR QUÉ CRIAR CONEJOS?

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Especie famosa por su prolificidad, el conejo es un herbívoro capaz de aprovechar los forrajes. Cualquier producción de carne tiene como razón de ser la transformación de proteínas vegetales, que el hombre consume poco o nada, en proteínas animales de gran valor biológico.

En el caso de una producción que utilice el conjunto de los conocimientos adquiridos para la cría de las diferentes especies, se comprueba que el conejo puede transformar el 20 por ciento de las proteínas alimenticias que absorbe en carne comestible (valor obtenido integrando también el alimento consumido por los reproductores y para la renovación de estos últimos).

Los valores calculados para las demás especies son de 22-23 por ciento para el pollo de carne, 16-18 por ciento para el cerdo y 8-12 por ciento para la producción de carne de bovino, en función del sistema de producción. Un cálculo análogo relativo al coste energético de esas mismas proteínas es todavía más desfavorable para los herbívoros rumiantes.

La importancia del gasto en bovinos y ovinos para carne deriva esencialmente de la gran cantidad de energía consumida para mantener una hembra poco prolífica (como máximo 0,8 a 1,4 crías al ario frente a 40 para la coneja). No obstante, este tipo de producción se explica por la reducción del coste energético de las proteínas en la hipótesis de una producción mixta de leche y carne de bovino; pero, incluso en este caso, la producción de carne de conejo es más económica en energía alimenticia que la producción de carne de bovino.

 La producción de carne de conejo es valiosa a priori, sobre todo cuando se trata de suministrar proteínas de alto rendimiento. Además, el conejo puede asimilar con facilidad parte de las proteínas contenidas en las plantas ricas en celulosa. Por otra parte, el consumo de alimentos clásicos por estos animales (cereales, torta de soja) entra en competencia con el consumo alimentario humano. Para los países en que no existen excedentes de cereales, la producción de carne de conejo es particularmente interesante. Esta obra está destinada a definir las posibilidades y los límites de la misma.

Referencia:

Por F. Lebas Ingeniero agrónomo P. Coudert Veterinario H. de Rochambeau

https://www.fao.org/3/t1690s/t1690s.pdf