1. Cuello
¿Has visto cuando dos caballos se acarician sus cuellos entre ellos, toscamente el pelaje con intención de darse gusto? Las caricias sociales de los cuadrúpedos implican el mordisqueo mutuo del pelaje, sobre todo en aquellas zonas del cuerpo que el propio animal apenas puede alcanzar por si mismo, este ritual de caricias no solo sirve para el cuidado corporal, sino que también refuerza los vínculos sociales.
Puedes imitar esta técnica metiendo los dedos arqueados por un lado de la crin y recorriendo la línea superior del cuello con movimientos vigorosos, masajeando y rascando. Lo mejor es empezar en el cuello y continuar hacia las orejas o hacia la cruz.
2. Cabeza
En esta zona son especialmente bien recibidos los movimientos suaves y el masaje con los dedos, para ello desliza las puntas de los dedos describiendo un circulo y cuarto sobre la frente, la nariz y los carrillos de tu caballo. Este masaje relajo y por eso es de gran ayuda para los caballos nerviosos o estresados. En ese caso hay que realizar los movimientos circulares más lentamente.
Alrededor de las orejas del caballo hay fabulosas zonas placenteras, por ejemplo, en el nacimiento de las crines. Algunos caballos necesitan que primero se les acostumbre a las caricias en las orejas mediante movimientos cuidadosos, mientras que otros incluso se dejan rascar de buena gana el interior del pabellón auditivo.
3. Pecho
El caballo no suele demandar caricias suaves en esta zona placentera. Para embelesarlo actuando sobre esta parte de su anatomía debes frotar el pelaje a fondo con los dedos o incluso con las uñas. A diestro y siniestro, desde la base del cuello hacia abajo en dirección a las patas delanteras o directamente por la línea central del pecho, esta permitido todo lo que agrade al animal. Por qué el pecho también es un punto de difícil acceso para el propio caballo.
4. NALGAS
A los caballos les encanta restregar el trasero contra los arboles o las paredes de los boxes. Y el ser humano es un rascador estupendo. Si se trata de caballos ajenos o asustadizos, no hay que colocarse detrás de ellos. Para ayudar a relajarse a los caballos, puedes alisar con la mano mechones de pelo de la cola, uno tras otro. Efecto adormecedor garantizado.
5. DORSO
Si quieres que tu caballo este totalmente relax, en la zona placentera del dorso encontraras muchos puntos adecuados para conseguirlo. Le puedes dar una gran alegría trabajando vigorosamente con los dedos toda la zona donde se coloca la silla después de haberlo montado y aseado.
Para relajarlo puedes pasar suavemente la palma de la mano sobre la musculatura del dorso en la dirección del pelo. Acariciar intensamente la cruz es tan agradable como efectivo para tranquilizar a los caballos nerviosos. Es algo enteramente natural, los caballos se suelen mordisquear mutuamente en la zona de transito entre el cuello y el lomo, al hacerlo disminuye automáticamente la frecuencia cardiaca.
6. VIENTRE
Suaves caricias en la zona de la cincha antes de ajustarla pueden hacer más dulce el ensillado al caballo, pero también es un ejercicio de relajación estupendo para practicar de vez en cuando. Zona placentera predilecta en el vientre, entre las patas delanteras, y justo detrás de ellas. Además, muchos caballos disfrutan cuando los frotan vigorosamente con la palma de la mano el pelaje que está bajo el estómago, siempre que no tengan cosquillas. Sobre todo, les proporciona un gran placer que les froten a lo largo de la línea central del estómago.
7. PATAS
¿A que nunca te habrias imaginado que las patas de los caballos también son estupendas zonas placenteras donde acariciar? Empieza, por ejemplo, por las manos. Pueden dar especial placer a tu caballo en los codos, solo tienes que acariciar con las puntas de los dedos los pliegues de la piel de esa zona que tienen poco pelo o frotar el pelaje.
A muchos caballos les encanta que les acaricien la cara interna de la patas trasera. Dependiendo de sus preferencias puedes rascar con los dedos sobre el pelaje de esa zona o solo frotar muy suavemente. Y para una recion extra de relajación, por ejemplo, tras una tanda de caricias, pasar varias veces la palma de la mano por la pata, desde la articulación del campo o el corvejón hasta los cascos, y mejor si lo haces alternado ambas manos.
Fuente: Ecuestre
https://www.ecuestre.es/app/caballo/caballo/siete-zonas-placenteras-para-acariciar-a-tu-caballo