El Lavado Verde

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Por Elisabeth Casanova García y Jorge Quiroz Valiente

Los esquemas de certificación tienen como objetivo desempeñar un papel importante en la creación de una producción más sostenible de productos básicos agrícolas en los países que los producen, en su mayoría de economías en desarrollo. La mayoría de los estudios sobre la sostenibilidad de estas certificaciones toman como punto de referencia los objetivos establecidos en las normas de certificación, aceptando así implícitamente una definición del problema que no necesariamente está alineada con las necesidades, intereses y preferencias de los usuarios, los pequeños productores en un contexto de desarrollo.

Un ejemplo fue un proyecto de investigación de cuatro años sobre pequeños agricultores donde se buscó la certificación de café y aceite de palma en Indonesia, en el que se cuestiona la capacidad transformadora de los estándares y metas de la certificación con respecto a una producción agrícola más sostenible. Esto fue debido a que las demandas globales, que se canalizan hacia abajo desde la parte superior de la cadena de valor y en el ámbito local donde los productores locales toman sus propias decisiones, que no necesariamente son las adecuadas. En este proyecto se concluyó que las normas y certificaciones voluntarias allanan el camino para una producción agrícola más sostenible, pero no son necesariamente el camino correcto hacia un cambio más efectivo.

Con los crecientes requisitos para el desarrollo verde, la calidad del producto de una empresa es muy importante para promover el crecimiento sostenible y mejorar la industria; por lo que es vital entender la relación entre la regulación ambiental y cómo las empresas mejoran la calidad del producto.

Las regulaciones ambientales pueden ayudar a mejorar la calidad de los productos, pero específicamente, las regulaciones ambientales no pueden mejorar significativa y directamente la calidad del producto para las empresas de alta contaminación, y existe una relación positiva y significativa entre la regulación ambiental y la calidad del producto para las empresas de baja contaminación.

Para las empresas que contaminan mucho, la regulación ambiental tiene un impacto negativo en la calidad del producto, lo que ilustra que el lavado verde (greenwashing), es decir los sellos utilizados para certificar la sostenibilidad ambiental de los productos, motiva fuertemente a las empresas que contaminan mucho y resulta en una disminución de la calidad del producto. Existen muchos “sellos ecológicos” y no son globales, sólo incluyen algún aspecto de la cadena productiva. Por ejemplo, la industria del papel y de la celulosa es la quinta que más energía consume y utiliza más agua por cada tonelada producida que cualquier otra industria. Existe un “papel ecológico”, donde se garantiza que el papel se blanquea con cloro, pero no hace referencia a que el papel sea reciclado o que se haga utilizando árboles talados sin algún plan de reforestación. O puedes consumir papel reciclado, pero no garantiza que los árboles de los cuales proviene se hayan producido de manera ecológica.

Las restricciones financieras motivan a las empresas que generan una fuerte contaminación a disminuir significativamente la calidad de sus productos en lugar de mejorarla. Finalmente, existe un efecto negativo y significativo en las empresas estatales hacia la mejora de la calidad del producto causado por la regulación ambiental para las industrias de alta contaminación. Por el contrario, para las empresas de baja contaminación, las empresas estatales tienen más incentivos para aumentar la calidad del producto.

Finalmente, debido a las amplias y complejas condiciones físicas y químicas que se dan en los ecosistemas naturales, se debe tener mucho cuidado al tratar de definir el término biodegradable. Los estándares y métodos de prueba actuales son insuficientes para predecir la biodegradabilidad de los materiales en el entorno natural. Además, los estándares y métodos de prueba existentes para la biodegradabilidad del medio acuático no incluyen pruebas de toxicidad, ni consideran los efectos ecológicos potencialmente adversosVv de como los bioplásticos o las micr está opartículas de estos materiales que pueden producirse por trituración. Como cons(umidor, quizá más que buscar sellos ecológicos, debemos tratar de consumir productos éticos, que muchas veces no están certificados.

Más que en los sellos de certificación, debemos fíjarnos en la huella de carbono o en la huella hídrica. No disponible en la mayoría de los productos, pero sería conveniente que se pusiera, al igual que se pone el contenido nutricional.