El Cane Corso ó Mastín Italiano es un perro grande y fuerte. Como su pariente cercano, el mastín napolitano, el cane corso también pertenece a los descendientes del antiguo Canis pugnacis. Los antiguos romanos ya utilizaban a estos poderosos perros para la guerra y el pastoreo.
Se empleaba como perro guardián, boyero y pastor, por lo que hoy día sigue considerándose un perro de trabajo independiente. El origen exacto del nombre cane corso se desconoce. Cane significa perro en italiano y corso podría venir de la palabra celta corso, que significa poderoso.
Los machos pueden alcanzar una altura de cruz de 68 cm y las hembras, de 64 cm. Puede llegar a pesar 50 kg y, según el estándar, debe ser algo más largo que alto.
Con un buen adiestramiento, el cane corso puede desarrollar un excelente carácter. Se considera inteligente, juguetón, amante de los niños y fiel. Es un buen perro guardián que no admite desconocidos en su territorio, ya sean humanos o animales. Aparte de eso, es más bien reservado ante los extraños, a los que ignora o rechaza. La familia lo es todo para él y la defenderá si es necesario. Aunque el cane corso nunca es agresivo sin motivo, está dispuesto a defender su territorio y a sus seres queridos.
El adiestramiento de este imponente perro requiere muchos conocimientos y algo de tacto. Hay que ofrecerle una orientación en la manada comprensiva, coherente y clara. Su instinto protector y su tamaño hacen que, con un adiestramiento incorrecto, sea prácticamente incontrolable. Por eso, no es apto para principiantes. Un adiestramiento claro del cane corso requiere mucha consciencia de responsabilidad y consecuencia.
Solo un cane corso que haga ejercicio será un perro sereno. Después de todo, sigue siendo un perro de trabajo. A pesar de su aspecto macizo, es un perro deportista que acompaña encantado a su cuidador a todas partes.
Esta raza no es apta para vivir en la ciudad ni en un piso. Estos perros necesitan mucho espacio y un territorio propio que puedan vigilar. Sin embargo, no se los debe dejar solos demasiado tiempo. Son perros muy cercanos a su manada que necesitan contacto familiar y mucho ejercicio físico y tareas. Quien quiera tener uno debe ser deportista y querer pasar mucho tiempo con él, a ser posible en la naturaleza. El mastín italiano es muy cariñoso con los niños. Particularmente, entabla una intensa amistad con los más grandes, siempre que hayan aprendido a tratar a los animales con respeto. Si el perro ha socializado con gatos y otros animales de cachorro, podrá convivir con ellos pacíficamente.
La raza es más común en su patria, Italia. En los demás países, estos imponentes perros son más bien una rareza, aunque el número de criadores va en aumento.
FUENTE: https://www.zooplus.es/magazine/perros/razas-de-perro/cane-corso