EL CONSUMO DEL AGUA EN CERDOS

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EI agua es un nutriente vital para el cerdo ya que su déficit, tanto en cantidad como en calidad repercute en su desarrollo. Es pues tarea del nutricionista ayudar al productor a identificar y corregir los problemas relacionados con el consumo de agua y así asegurar la mejor aceptación de la dieta ofrecida.

El agua constituye un 75 a 95% del peso total del cerdo y como a otros animales le es necesaria para distintos propósitos: mantenimiento de tejidos, regulación de la temperatura corporal, regulación de la homeostasis mineral, excreción, así como crecimiento, reproducción y lactación. Estos requerimientos tienen distintas prioridades y cualquier interferencia en el suplemento de agua puede provocar una reducción el nivel productivo.

Hay diversos factores que hacen que el cerdo tome más o menos agua. Estos incluyen el estado reproductivo, al tiempo y tipo de alimentación y al de tedio.El contenido mineral del alimento, la textura y grado de la molienda (polvo), las enfermedades o el nivel de stress incluyendo micotoxinas en el alimento, la temperatura, humedad relativa, polvo y velocidad de las corrientes de aire, la densidad media y número de bebederos, su posición y velocidad de suministro de agua.

A lo largo de la vida del cerdo hay momentos en los que un suministro ilimitado o un incremento en la oferta de agua por sobre lo recomendado puede aumentar su producción. 

A pesar de ser un nutriente vital para los animales, generalmente se presta poca atención al consumo y calidad del agua en la producción porcina. Siendo en ocasiones responsable de la presencia de problemas productivos o patológicos.

Deberemos establecer un programa de muestreo rutinario de las fuentes de agua de la granja al menos una vez al año. También se analizará el agua al presentarse problemas patológicos crónicos o de empeoramiento de las producciones, o ante circunstancias que hagan sospechar del cambio de la calidad del agua. Asimismo, periódicamente, y dependiendo del histórico de la explotación, tiene que medirse el nivel de cloro o desinfectante del agua.

Las muestras deben tomarse en recipientes estériles y evitando la contaminación ambiental. Los puntos de muestreo incluirán al menos la entrada en la explotación y el final de la línea, adicionalmente se pueden muestrear depósitos intermedios y los diferentes circuitos de distribución.

Calidad del agua: El agua en una sustancia incolora, inodora e insípida, y cualquier modificación de estos parámetros indica una pérdida de calidad, alteraciones físico-químicas o microbiológicas. Los aspectos físico-químicos son bastante constantes a lo largo del tiempo y por una misma fuente. Mientras que los aspectos microbiológicos pueden variar más, proviniendo la contaminación de la fuente de suministro o bien durante el almacenamiento o transporte en la propia explotación.

La contaminación microbiológica del agua puede ser por bacterias, virus, protozoos y huevos de parásitos intestinales. Ésta puede deberse a la contaminación por aguas fecales o lixiviados, deficiencias en la desinfección, o deficiencias en las cañerías y sistemas de distribución del agua. Se considera que un agua es apta para su uso en producción animal si los recuentos de bacterias totales y coliformes son inferiores a 100 ufc/ml y 50 ufc/ml, respectivamente.

Si se presentan niveles elevados de contaminación microbiana, debemos determinar el lugar y causa, estableciendo o revisando el programa de desinfección (tipo desinfectante, dosis, tiempo de actuación, persistencia y presencia de materia orgánica). Son tan perjudiciales las subdosificaciones (no eficacia del desinfectante), como las sobredosificaciones (sobrecoste, posible reducción del consumo y disbiosis intestinales). El tratamiento de desinfección deberá realizarse una vez eliminada o reducida la materia orgánica, siendo los principales productos disponibles los compuestos del cloro o peróxidos (más recientes).

El conocimiento de las características físico-químicas del agua también es de vital importancia en porcino, ya que la presencia de determinados macrominerales y/o oligoelementos en concentraciones elevadas, pueden causar serios problemas de salud y mermar la producción. Los parámetros a controlar más importantes son los sólidos disueltos totales (TDS), pH, dureza, hierro, sulfatos y nitritos/nitratos. En el caso de valores de TDS superiores a 1.000-1.500ppm pueden realizarse análisis complementarios de calcio, magnesio, sodio, potasio, cloro y manganeso.

Los problemas de calidad química del agua generalmente son difíciles de solucionar a un coste razonable para una explotación de porcino. Pueden controlarse razonablemente el pH con ácidos y álcalis, la dureza mediante descalcificadotes y la materia orgánica y sedimentos mediante filtros adecuados. En muchas ocasiones deberemos plantearnos cambiar de fuente de suministro, sobretodo en los lechones o animales más sensibles.

Desde el punto de vista fisiológico el agua es esencial para el animal, estando implicada en multitud de procesos metabólicos, siendo de especial importancia el mantenimiento del equilibrio osmótico y la regulación térmica.

Deberemos asegurar una buena disponibilidad de agua para los animales, procurando que su consumo sea máximo. Por tanto será importante el número, tipo, posición y caudal de los bebederos. Por unidad de peso vivo el consumo de agua es mayor en animales jóvenes que adultos. Un consumo de agua deficiente reducirá en consumo de alimento y el crecimiento de los animales, considerándose necesarios de 3 a 5 litros de agua por kg de pienso. Asimismo en épocas de calor sus requerimientos incrementan considerablemente en un 20-30%.

 

Referencia: https://www.3tres3.com/articulos/consumo-de-agua-en-porcino_1081/