La cosecha mecanizada de la caña de azúcar.

img

Por Ing. Yoenys Mejias Veltris / Universidad de Granma. Cuba /Cortesía Egormix

Agro Región

Las perspectivas de la producción cañera se basan fundamentalmente en el aumento constante de los rendimientos agrícolas, es decir, aumentar la producción mediante el incremento de los rendimientos y no de las áreas. Para esto es necesario el empleo de máquinas sofisticadas y eficientes. La eficiencia en el empleo de las máquinas depende de las condiciones de la producción agrícola. Los trabajos agrícolas mecanizados crean las condiciones para el desarrollo incesante de la elaboración de los productos agrícolas, además facilita el trabajo y lo hace más rentable. La explotación se hace más efectiva cuando las cualidades técnicas de la maquinaria responden a las condiciones de su empleo en una empresa.

La amplia mecanización e intensificación de la producción constituye un camino fundamental para el desarrollo ulterior de la agricultura y la satisfacción de las necesidades crecientes del país en productos agrícolas. (Gutiérrez, 1990) Según García, 1999 La preparación del suelo, la siembra o plantación y las atenciones culturales, son labores de importancia extraordinaria para obtener altos rendimientos en la cosecha. Sin embarco, de nada vale haber realizado un adecuado trabajo en las labores antes mencionadas, si no se pone igual celo a la hora de recolectar la producción. La cosecha, en muchos de los casos, es una labor compleja que requiere de medios mecánicos para la recolección y de transporte, así como de personal calificado para el manejo de las máquinas y la determinación del momento oportuno de realizarla. Según González (1986) la cosecha en la caña de azúcar, es la actividad que sirve como centro para la organización de todo el ciclo de trabajo de producción del cultivo. El ordenamiento de las áreas, cepas y variante durante la zafra, constituye la mayor preocupación de los empresarios cañeros, ya que esto depende del resultado final de su gestión económica todas las actividades agrícolas, mecanizadas o no, se planifican detalladamente alrededor de la estrategia de zafra, para lograr en el periodo de la cosecha, los mayores rendimientos agrícolas e industriales y la mejor utilización de las capacidades de las maquinas y la fabrica. La actividad de planificación y asignación de recursos durante la cosecha se basa en el trabajo necesario de un día, para lograr el abastecimiento al central hasta su norma potencial de molida.

El interés de incrementar los rendimientos agrícolas obliga a la utilización de las cañas de ciclo (mas de 15 meses) lo que aumenta las dificultades para realizar la cosecha mecanizada por la aparición de tallos muertos, enraizados, encaminados y por la perdida de la línea de corte del cogollo. Por constituir la cosecha en un proceso en que se vincula la labor agrícola con la industrial, el establecimiento de la norma diaria tiende a asegurar el máximo aprovechamiento de la capacidad instalada, tanto en la fábrica como en los centros de recepción. En la planificación de la cosecha son básicos los estimados de caña y el balance de recursos. Los estimados de caña son los pronósticos sobre la cantidad de caña a cosechar y en ellos se definen, tanto la estrategia de corte como la duración de la zafra en cada ingenio. La actividad de la cosecha mecanizada es un proceso en cadena que esta considerado como la prolongación del proceso industrial de fabricación de azúcar hasta los campos de caña. El proceso de la cosecha es un proceso continuo y no permite fallas en ninguno de sus eslabones, o sea, cosecha, transportación y recepción, la correcta vinculación entre estos tres recursos éxito de la gestión para lograr la mayor eficiencia. En el desarrollo de las zafras de los últimos años se manifiestan un conjunto de irregularidades que evitan alcanzar la eficiencia propuesta, tanto productiva como económicamente, dentro de estas se encuentran:

1. Comienzo de la zafra con poca madurez de la caña y bajos brix.

2. Mal abastecimiento de caña a los centrales por baja productividad de las máquinas y macheteros.

3. No respeto a la programación de corte.

4. No contar con cañas de buen rendimiento en la etapa óptima de la zafra.

5. No contar con todos los programadores necesarios hasta las Unidades Productoras de Caña.

6. Altas pérdidas en cosecha, tanto manual como mecanizada.

7. Altos por cientos de caña quemada en contra de lo que está establecido por el Ministerio del Azúcar.

8. La altura de corte inferior de la caña debe ser de 0 a 2 cm, sin desgarramiento

La cosecha mecanizada no se realiza en áreas no mecanizables por tener obstáculos o pedregosidad. El complejo agroindustrial garantizará la asistencia técnica a las combinadas para cumplir con las 26 indicaciones referentes al corte mecanizado contenidas en las regulaciones de zafra vigentes. La mayor exigencia estará dirigida a lograr que las pérdidas sean las mínimas. Los objetivos de la mecanización agrícola son, entre otros: aumentar la productividad del trabajo, al realizar una máquina el trabajo de varios hombres; humanizar el trabajo; liberar una gran fuerza de trabajo, que puede ser empleada en otras labores; y poner en explotación grandes extensiones de tierra debidamente acondiciona das. Garrido. (1985).

Fuente: Revista Agro Región, noviembre de 2009, edición 33.