MANEJO DE OVINOS Y CAPRINOS

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MANEJO DE CARNEROS

Se sugiere elegir un carnero o chivo en el momento del destete (en el mismo rebaño o hato). Su condición y peso deben ser superiores a los de sus contemporáneos, debe contar con sus dos testículos y estar libre de defectos como, por ejemplo, pezuñas soldadas, orejas muy cortas, colores no deseables (si se crían ovinos blancos), y mandíbula inferior más larga que la superior o viceversa (prognatismo). El carnerillo o chivito elegido deberá ser observado al año de vida para verificar que mantenga las características deseables. Un carnero o chivo adquirido no debe tener defectos y debe reunir similares condiciones a las requeridas de un animal elegido en el mismo rebaño o hato. En ovinos de pelo, los carneros deben carecer de mechones de lana o áreas con lana. En animales de lana, el macho debe tener un vellón compacto y la cara (particularmente en el área alrededor de los ojos) libre de lana, en especial si el animal será manejado en condiciones de pastoreo.

Evitar animales con enfermedades del tracto genital masculino que pueden causar problemas de fertilidad al rebaño o hato. Usar los carneros o chivos a la edad de 1.5 años y solamente por dos o tres años. Un carnero es suficiente para cruzar 20-50 hembras y un chivo para 20 cabras. Cuando existen varias familias cuyas huertas quedan próximas, es aconsejable adquirir uno o dos machos de buena calidad para rotarlos y servir a los diferentes rebaños /hatos familiares. Los chivos son agresivos y pueden causar daños a los miembros de la familia. Por otra parte, tienen un olor penetrante que puede ser transmitido a la leche y toda el área de trabajo. Por esta razón, es conveniente descornar o desodorizar los cabritos machos en la primera semana de nacidos. Para descornar, hay que utilizar una barra calentada al rojo vivo y asegurarse de que los chivitos posean la yema de los cuernos (existen algunos chivitos que carecen de ellas). Se debe desodorizar también aquellos machos que naturalmente no tienen yemas de cuernos. Algunas cabras tienen glándulas de olor en las patas. Si el olor persiste buscar estas glándulas para eliminarlas con similar procedimiento. Es también recomendable eliminar la barba para disminuir el olor.

MANEJO DE HEMBRAS Y SUS CRÍAS

Antes del parto

Las hembras de reemplazo o las que se compren de otros rebaños, deben carecer de defectos como el prognatismo y características diferentes del tipo de animal que se pretende criar. Revisar que las ubres posean dos pezones sanos. Una buena práctica es comprar hembras que por lo menos tengan una cría en pie o que hayan criado exitosamente una o más crías al destete. Es importante adquirir cabras que no estén enfermas de brucelosis. Se recomienda cruzar hembras primerizas cuando alcancen 16-20 kg o, aproximadamente, 1,5 años. Hembras primerizas requieren mayor atención que hembras adultas. Se debe evitar el cruce de una hembra primeriza en malas condiciones corporales. La hembra gestante deberá recibir un suplemento o ser pastoreada en pasturas reservadas, al menos durante los últimos 50 días de la preñez. Todo esfuerzo por brindar una mejor alimentación, particularmente en energía, durante ese último período, producirá crías con mayor peso y más vigorosas, así como abundante disponibilidad de leche para la lactancia. Esto último, es de extrema importancia en hembras que gestarán más de una cría y es todavía más importante en hembras primerizas. Se recomienda, además, proveer sales minerales a voluntad en este período. En el caso de ovejas, si se desea contar con una reproducción continua a través de todo el año para obtener mayor flujo de corderos y disponibilidad de leche, habrá que juntar los machos con las hembras de reproducción en meses alternativos (un mes sí, el siguiente no).

En el caso de cabras, si los machos se mantienen separados, juntarlos con las hembras de reproducción, que incluyen hembras (cabras u ovejas) primerizas (de 1,5 años), hembras abiertas y que hayan parido 50 días antes. El celo es fácil de detectar en las cabras. La hembra se torna nerviosa, la vulva colorada y húmeda. Una manera práctica de determinación del celo es frotar un pedazo de trapo o lienzo en el cuerpo del macho cabrío y luego colocarlo dentro de una botella de cuello ancho que será usada para la detección. Aproxime la botella a la cabra. Si esta se acerca e introduce nerviosa y rápidamente su hocico dentro de la botella, estará en celo.

En los ovinos, si la reproducción es estacional debido al clima, se debe determinar la estación de monta de acuerdo a la época más conveniente para el nacimiento de corderos y su desarrollo. En la estación de monta juntar los machos con las hembras de reproducción durante 45 a 50 días. Algunas veces la máxima reproducción puede no coincidir con la mejor época para la parición. No se deben limpiar los corrales durante el último tercio de la gestación o durante la época de nacimiento. Al limpiar los corrales muchos gérmenes que permanecen enterrados en el estiércol son expuestos a los animales y pueden dar lugar a brotes de enfermedades. Esto es particularmente serio si se exponen a crías recién nacidas. El área techada de los corrales podrá ser dividida en dos o tres pequeños corrales, con adobe o maderas, en cuyo piso se colocará paja, cuando las hembras se encuentran próximas a parir. Estos corralitos pueden ser utilizados para la hembra con su cría, y deben contar con agua en abundancia. Una gran parte de las pariciones ocurre de noche; por esta razón, es necesario visitar el corral diariamente en la mañana para verificar si las hembras tienen o no problemas de parto y, si es el caso, asistirlas. En corrales de zonas tropicales, será necesario aislar a las hembras preñadas del resto del rebaño/hato en un corral separado y proporcionarles agua. Se recomienda eliminar hembras machorras que no produzcan por más de dos estaciones de parición consecutiva.

Nacimiento

Una vez que la cría haya nacido y esté seca, luego de que la madre la haya limpiado de las adherencias de la placenta, colocar una solución de yodo al 10% en toda el área alrededor del ombligo, para evitar el ingreso de parásitos. En ovejas de lana, remover con tijera la lana alrededor de la ubre de las madres (cazcarrias), para permitir que el cordero pueda alcanzar la ubre en condiciones limpias y sin interferencias. La madre no debe permanecer más de un día en el corral, deberá salir al pastoreo con sus crías de manera normal. Se recomienda el pastoreo en buenos pastos para apoyar la lactancia con una alimentación mejorada. Las áreas de pastoreo deben distribuirse en lugares cercanos para evitar el agotamiento de los animales recién nacidos. El agua debe ser abundante por ser decisiva para la mayor producción de leche. Luego del parto, las crías deben mamar el calostro (primera leche de la oveja o de la cabra), ya que éste cuenta con principios que permiten desarrollar las defensas y proteger al recién nacido de enfermedades. Puede ocurrir frecuentemente que las tetas estén obstruidas e impidan que la cría obtenga el calostro. En tal caso, presionar cada pezón hasta lograr un chorro de leche para librarlo de eventuales tapones de grasa.

Destete

Se debe destetar corderos entre los 90 y los 100 días de edad y los cabritos entre los 50 y los 60 días de edad. Para ello separar las crías de sus madres por una semana, en un corral aparte. Durante los primeros dos días las crías deben permanecer en el corral y ser alimentadas adecuadamente con disponibilidad de agua. Posteriormente podrán pastorearse en áreas que no sean próximas a las que pastan sus madres. La cría en establo con un corral separado para destetados facilita esta tarea. El destete de los cabritos debe estar acompañado de un manejo especial con alimentación suplementaria y sales minerales.

Fuente: http://www.fao.org/3/v5290s/v5290s51.htm#TopOfPage