TECNOLOGÍA DE PROCESOS

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FE DE ERRATAS

Por un error en la edición No. 106 -en su versión impresa-, se omitió, el autor de este importante artículo y por este medio deseamos repararlo dejando expreso dicha autoría.

 

Por Ing. Gregorio Cabrera Bernat / Agroinvic

Siempre que hablamos de tecnología en el campo, a nuestra mente inmediatamente vienen imágenes de máquinas, de equipos, de robots, etc. Ese ha sido el camino por el cual el campo ha caminado los últimos 50 años, y sin duda esa tecnología nos ha traído avances hasta que afectó el funcionamiento de la tecnología de la naturaleza, trayendo como consecuencia el que cada día la rentabilidad sea menor en el campo y en específico en la ganadería, en donde los números no son nada halagadores.

El haber interrumpido el círculo virtuoso de la naturaleza vaya que si ha salido caro; hemos hecho un uso desmedido de las quemas, de los químicos, de las máquinas que han volteado y vuelto a voltear las tierras, de grandes cantidades de fertilizantes, instalaciones, pisos de cemento, techos de todo tipo de materiales, genética avanzada etc. y ¿a dónde nos ha llevado todo esto?

Definitivamente, cuando hoy veo un rancho donde han basado la producción en procesos llenos de insumos y donde tienen que empacar, cortar, moler, servir etc. en ese momento siempre pienso que el negocio lo tiene el ganado, no el dueño del ganado.

Las tierras hoy tienen un índice menor de animales por hectárea. Lo que siempre se calculó en el trópico fue 1 animal por hectárea, hoy es 0.8 animal por hectárea, si lo ponemos en kilos eran 450 kg de peso vivo por hectárea, y hoy son 360 kg de peso vivo por hectárea, animales de menos peso al destete y vacas con menos leche, menos fertilidad, todo a la baja.

En algunos lugares se pensó que el riego era la solución, pero solo se puso verde el forraje, no creció, lo único que lo hace crecer es el fertilizante (más insumos) y lo que también creció fue el recibo de luz.

Hoy la mayoría de los que siguen en una ganadería tradicional tendrán que decidir si siguen haciendo lo mismo para obtener ni si quiera lo mismo. Ahora ni eso, o como escuché a alguien expresarse en una ocasión: "mejor compro una cadena y un candado y cierro el rancho, antes de que lo pierda todo". Indiscutiblemente erramos el camino, el ganadero lo que debió tecnificar, fueron los procesos y los manejos dados por la naturaleza misma.

Analicemos y veamos la tecnología de la naturaleza y su círculo virtuoso

Empecemos por la lluvia. La molécula de H2O acumulada en las nubes sufre un choque eléctrico para que se inicie la lluvia, ese choque  eléctrico separa algunas moléculas de H y estas al entrar a la atmosfera se adhieren al nitrógeno que existe en ella formando así NH amonio, elemento que provoca en las plantas un crecimiento exponencial, pero con la lluvia no vienen macro ni micro minerales, de esto se encargaran los microorganismos que se encuentran en el suelo que, solo para darnos una idea, en una cucharada sopera hay tantos microorganismos como personas en el planeta.

Estos microorganismos llegan a mover de 40 a 60 toneladas de tierra por hectárea, permitiendo así la permeabilidad de los suelos y manteniéndolos descompactados. Aunado a estos procesos, un bovino aporta diariamente de 40 a 50 kg de materia orgánica entre excremento y orín, los cuales son alimento para estos microorganismos quienes fijaran los otros nutrientes que necesitan las raíces de las plantas para su crecimiento, así estos nutrientes estarán en las hojas las cuales serán nuevamente consumidas por los rumiantes que en el caso de los bovinos serán convertidos en carne y leche para consumo del ser humano. Es así como nos llegan los nutrientes a nuestra alimentación, con una tecnología hecha por la naturaleza para mantenernos en un equilibrio medioambiental, en armonía y en un respeto total a todo lo que nos rodea.

Tecnificar procesos y manejos es lo que estamos haciendo en un sistema como el de Ganadería de Precisión, colocando materia orgánica en los suelos a través del ganado en donde en un año podemos depositar de 90 a 110 toneladas por hectárea sin ningún costo y sin usar ningún tipo de químicos, además hemos puesto las piezas necesarias para complementar esos forrajes con nutrientes de manera precisa a bajo costo y así producir en ganado de cría de 300 a 500 kg de carne por hectárea y en ganado en crecimiento de 500 a 1000 kg  por hectárea, todo cosechado por la mejor máquina que existe: el bovino. Además, hacemos cálculos energéticos para conservación y disipación de energía la cual se traduce en carne y leche; también utilizamos herramientas tecnológicas como los drones para saber, a través de una imagen la cantidad de proteína y energía presente en el forraje de manera inmediata y así poder asignar la dieta complementaria precisa, buscando la rentabilidad y la eficiencia productiva, adicionalmente seleccionamos el biotipo ideal para cada zona de acuerdo a genotipos medioambientalmente adaptados y todo esto bajo la tecnología de la naturaleza misma.

El camino aún es largo. Romper paradigmas y cambiar los métodos tradicionales será hoy el reto de los productores por el bien de ellos y sus futuras generaciones. México tiene todo el potencial para hacer de la ganadería una fuente de alimentos sanos y en armonía con el medio ambiente, esto no es costoso, son solo procesos y manejos tecnificados, solo es decidirse y aceptar que hay otras formas más eficientes de trabajar y poco a poco ir trasformando la ganadería.