Estos gusanos afectan al corazón y a los pulmones, causando fallas cardiacas y problemas respiratorios. Es una parasitosis del aparato circulatorio de perros y gatos de amplia distribución en zonas tropicales y subtropicales, que causan alteraciones que llevan a la falla cardíaca y también a la muerte. Es causada por un parasito llamado Dirofilarfia immitis, que se localiza en su estado adulto en el corazón (de ahí su nombre de enfermedad de corazón). Se transmite de un erro a otro (o de diferentes especies), a través de la picadura de un mosquito. Cuando un mosquito chupa la sangre de un perro enfermo, también ingiere la forma microscópica de los gusanos del corazón, que se conoce como microfilaria.
Los gusanos del corazón pueden vivir dentro del cuerpo de un perro de cinco a siete años. El movimiento y crecimientos de estos parásitos dentro del cuerpo de un perro producen daños al corazón y a los vasos sanguíneos pulmonares. Como consecuencia, se producen daños severos al corazón y a los pulmones. La reacción inmunológica del perro, en un intento del organismo en defenderse de estos parásitos, también pueden causar daños de magnitud. Pueden estar presentes en cualquier lugar en que existan mosquitos. Por lo tanto, la enfermedad está extendida por todo el mundo. Es difícil diagnosticar esta enfermedad en sus inicios, ya que una baja concentración de parásitos no produce síntomas. Sin embargo, a medida que la enfermedad avanza, los perros afectados presentan los siguientes síntomas:
-Tos
-Letargo
-Pérdida de apetito
-Dificultad para respirar
El diagnóstico definitivo lo debe de hacer el veterinario, mediante un análisis de sangre. En algunos casos puede ser necesario hacer otros exámenes como los rayos X y electrocardiogramas y definir el tratamiento a seguir. Esta enfermedad, laguna vez mortal, puede ser curada en la actualidad. Sin embargo el porcentaje de éxito depende de lo avanzada que este o no la enfermedad. Los perros que tienen una infección avanzada corren un mayor riesgo de muerte que aquellos perros que se les detecta a tiempo. El tratamiento lo debe indicar el veterinario. El perro debe permanecer bajo un estricto control durante este tratamiento para evitar que realice actividades que requieran una demanda física moderada o alta.
Por Mvz. Fernando Hernández
Veterinaria Semevets
Agro región No.44 octubre 2010
