EL TEQUILA, UNA INDUSTRIA CON GRAN POTENCIAL EN MÉXICO Y EL MUNDO

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Los mexicas nunca imaginaron las dimensiones que podrían alcanzar con el descubrimiento de las mieles del agave. Después de la llegada de los españoles a México, se incorporó un nuevo proceso posterior a la fermentación, la destilación, obteniendo con ello un líquido  innovador: el tequila.

En sus inicios las leyes limitaban su producción y en un tiempo se prohibió por completo, dando como resultado la fabricación y venta de manera clandestina, debido a que se le daba preferencia a la comercialización de vinos y licores españoles, con el objeto de impulsar ese mercado en nuestro país. Con el tiempo la industria tequilera se fue fortaleciendo, y creció de manera significativa. En la actualidad es una bebida que ha traspasado fronteras, y es reconocida y consumida en todo el mundo.

La industria tequilera mexicana es una gran generadora de divisas. En 2016 por concepto de exportaciones, el estado de Jalisco captó 1.2 billones de dólares, 1.4% más que en 2015, y dio empleo directo a 70 mil personas. En ese mismo año, el tequila se comercializó en más de 1,407 marcas nacionales registradas y certificadas.

Los 10 principales países compradores fueron Estados UnidosAlemania, España, Francia, Letonia, Canadá, Japón, Reino Unido, Sudáfrica, Francia y Singapur. Sin embargo, la mayor parte de lo que se vendió al extranjero (82%), tuvo como destino EUA.

Si bien en el mercado existe una gran variedad de bebidas destiladas, en nuestro país entre las personas que beben alcohol, 52% consumen cerveza, 26% tequila, le siguen en orden de preferencia el vodka (14%) y el whisky (13%), según datos de una encuesta sobre consumo de alcohol (MERCAWISE, 2018).

El tequila es una bebida mestiza del siglo XVI como resultado del sincretismo de dos culturas: la mexicana y la española. Se elabora exclusivamente a partir del “agave tequilana weber variedad azul”. Para obtenerlo, se le quitan todas las hojas, hasta quedar sólo la piña (corazón), después de su cocción se le extraen los jugos, y una vez fermentados se someten a destilación.

Este último proceso se lleva a cabo dos veces, con la finalidad de alcanzar una graduación alcohólica más alta. La primera destilación se conoce como “destrozamiento” y alcanza un volumen de alcohol de alrededor del 20%, en un par de horas aproximadamente, mientras que en la segunda, también llamada “rectificación”, se logra entre tres y cuatro horas, un nivel cercano al 55% Alc. Vol.

Su fama e importancia en el mercado a nivel internacional lo ha hecho vulnerable, pues han surgido productos que no tienen nada que ver con su naturaleza. Es por ello, que se creó una “Denominación de Origen”, a fin de resguardar su título, procedencia y prestigio.

Dicha protección, prácticamente, se refiere al nombre de una región geográfica con el que se denomina un producto agrícola o alimenticio elaborado en ese territorio y con materia prima cultivada en esas mismas tierras.

Para que este destilado pueda denominarse con el nombre de “Tequila”, su producción tiene que llevarse a cabo en estricto cumplimiento con la Norma Oficial Mexicana para el Tequila.

Fuente: El Tequila, un regalo de México para el mundo. | Procuraduría Federal del Consumidor | Gobierno | gob.mx (www.gob.mx)