Cabras criollas mexicana

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El origen de la cabra criolla mexicana (Capra hircus) se remonta al Siglo XVI, cuando los españoles trajeron consigo las primeras razas de cabras, destacando los linajes Murcia, Blanca Céltica o Serrana y Castellana (Mallano, 1997; Medrano, 2000); la mezcla de estas castas dio origen al biotipo denominado criollo no solo en México sino en todo el continente Americano.

Al paso de los años las cabras criollas se han desarrollado en zonas muy diversas y agrestes del país, y al igual que en otros lugares del mundo, han despertado un creciente interés debido a su producción de carne, leche, y capacidad adaptativa a condiciones ambientales y alimenticias (Chandan et al., 1992; Aréchiga et al., 2008; Cuchillo et al., 2010). En México el ganado caprino se encuentra distribuido en todo el país, y hasta el año 2000 se tenía un estimado de nueve millones de cabezas (Medrano, 2000). Durante este periodo, los objetivos principales de su crianza fueron la producción de leche y carne; principalmente en el sureste mexicano la crianza se enfocó en este último, siendo el estado Oaxaca el principal productor (Sierra et al., 1997; Hernández, 2010).

En el caso del estado de Veracruz la crianza se destina para ambas aptitudes. Sin embargo, a pesar de esto se desconocen los morfotipos de la cabra criolla regional, considerado un importante recurso genético local por representar una fuente de genes importantes por su capacidad de adaptación ambiental. No obstante, estas no están exentas del mejoramiento

genético mediante la inclusión de genes de razas productoras de leche o carne según sea el caso, esto hace que se pierdan genes ganados y que muchos animales muestren sensibilidad a ciertas enfermedades por ambiente y manejo (Segura y Montes, 2001; Prieto et al., 2006; Escareño-Sánchez et al., 2011). De acuerdo a FAO (2012) una de las alternativas para conservar la diversidad de los tipos criollos o nativos, es mediante la caracterización morfológica (morfométrica) ayudando así a crear un inventario de las razas autóctonas, con el fin de facilitar su conservación. Con base en lo anterior, se caracterizaron morfométricamente las variantes biológicas de las cabras (Capra hircus) autóctonas en cuatro comunidades de Veracruz, México.

Se evaluó la diversidad de la cabra criolla (Capra hircus) de la región central del estado de Veracruz, México, mediante un análisis morfométrico de cinco hatos de hembras caprinas en las comunidades de El Conejo, Los Pescados, Tlalchi, Atecaxil y Xixicazapam y se contrastaron con dos razas de aptitud lechera (Alpina y Saanen). Los resultados morfológicos mostraron que las hembras criollas difieren en algunos caracteres respecto a las razas lecheras, sin embargo, comparten rasgos como el tamaño de oreja, dirección y consistencia. El tipo de cráneo recto es más representativo en animales Saanen, Alpinos y criollos. Los cuernos en arco fueron los más comunes para los tres tipos de cabras. La composición de las glándulas mamarias, los tres tipos de ubres fueron los de mayor proporción, siendo los pezones supernumerarios los más comunes en las cabras criollas (14%). Los índices de diversidad fenotípica mostraron que las cabras criollas de El Conejo (IDS 0.524554; H 0.620387) son más diversas que las Saanen (IDS 0.233099; H 0.312196) y Alpina (IDS 0.247131 y H 0.380233). El análisis morfológico mostró que existen diferencias significativas (P?0.05) entre poblaciones de criollas y razas lecheras. El clúster mostró tres grupos, en los cuales las criollas de El Conejo fueron más diferentes al segundo grupo compuesto por Tlalchi, Los Pescados y Xixicazapam. 

La cabra criolla de la región central del Estado de Veracruz, mostró ser más diversa que las razas lecheras testigo, aunque comparten ciertos rasgos morfométricos. El biotipo criollo es más diverso fenotípicamente, y las razas lecheras testigo tienden a la homogeneidad. En este mismo contexto se visualizó que entre rebaños existen diferencias como es el caso de las cabras de El Conejo que mostraron ser las más diversas fenotípicamente con diferencias en cuanto a talla sobresaliendo como las más alejadas. En contraste las cabras de Tlalchi y Atecaxil mostraron similitud fenotípica.

Autores: Lozada-García, J.A.1*; Carmona-Hernández, O. 1 ; Torres-Pelayo, V.R. 1 ; Fernández, M.S. 1 ; López del Castillo-Lozano, M.2 1

Facultad de Biología Xalapa, Universidad Veracruzana, Xalapa, Veracruz; México. 2 Instituto de Ciencias Básicas, Universidad Veracruzana, Xalapa, Veracruz México.