COMPORTAMIENTO Y CICLO PRODUCTIVO DEL GANADO BOVINO.

img

La mayor actividad del celo se produce durante las últimas horas de la tarde, a lo largo de la noche y en las primeras horas de la mañana. De esta manera, se ha observado que más del 70% de la actividad de monta tiene lugar entre las 7 horas de la noche y las 7 horas de la mañana. Para detectar el celo, las vacas deben ser observadas en las primeras horas de la mañana y a últimas horas de la tarde o en intervalos de cuatro a cinco horas durante el día.

Factores que influyen en la manifestación del celo

Existen numerosos factores que pueden facilitar o perjudicar la detección de los celos en el ganado.

Uno de los posibles factores importantes es el tipo de instalaciones y alojamientos de las vacas, bien sea establos, pastos, etc. que permitirán al ganadero realizar en mayor o menor medida la detección del celo.

Hay que tener en cuenta que en grupos grandes, puede existir más de una vaca en celo al mismo tiempo y por lo tanto, la actividad de monta también aumenta de forma importante.

Ciertas condiciones climáticas como las altas temperaturas, humedad, viento, lluvia, nieve, confinamiento excesivo, etc., puede hacer que las vacas manifiesten problemas para caminar (caídas, dolores en las pezuñas, etc) y reducir por tanto, la expresión del celo.

El celo en las vacas puede que no se llegue a detectar por algunas de las siguientes razones:

- La vaca se encuentre preñada.

- Después del parto, puede que el ciclo estral de la vaca no esté del todo reestablecido y por lo tanto, se esté produciendo un celo mudo sin síntomas externos.

- La vaca se encuentre en anoestro, a consecuencia de una mala nutrición, posibles infecciones del aparato reproductivo, complicaciones tras el parto, etc.

- Presencia de un ovario quístico en la vaca.

- Fallos por parte del productor o ganadero a la hora de detectar la presencia de celo en las vacas.

Ciclo productivo del ganado bovino

El ciclo productivo de una vaca, comprende todas las fases y sucesos por las que pasan las vacas, entre un parto y el parto siguiente. Este ciclo productivo, se divide en cuatro periodos bien diferenciados; período vacío, gestación, lactancia y período seco.

El período de lactancia y el período vacío se inician inmediatamente después del parto, mientras que el período de gestación se inicia a partir de la concepción, momento en el que finaliza el período vacío. Según las condiciones de manejo y de alimentación que se de en las vacas, el periodo de vacío varía entre 45-90 días y la duración de la lactancia entre 244-305 días.

El período seco de las vacas se inicia con el final de la lactancia y se extiende hasta el final de la gestación cuando ocurre el siguiente parto. El ceso del ordeño o el destete del ternero, marcan el comienzo del periodo seco, produciéndose la reabsorción  de la leche no secretada y una pérdida rápida de células epiteliales secretoras de la glándula mamaria. Este periodo es una fase de reposo entre lactancias, con bajos requerimientos nutricionales para los animales. Es importante para el posterior comportamiento productivo y reproductivo de las vacas en la siguiente lactancia.

El periodo seco de las vacas entre lactancias sucesivas, puede ser de 60 días para que se asegure una producción óptima de leche. Este periodo de descanso entre lactancias, es fundamental para conseguir una producción máxima de leche en la lactancia siguiente y favorecer la recuperación de las reservas corporales de la vaca para soportar la próxima lactancia. Durante este periodo, se produce el reemplazo de las células epiteliales de las glándulas mamarias que hayan podido ser dañadas o muertas, antes de que se produzca la siguiente lactancia.

Sin embargo, diversos estudios estiman que un periodo de descanso entre 30 y 60 días, puede ser suficiente para permitir que las vacas con un adecuado manejo, buena alimentación y buena condición corporal, lleguen a producir buenas cantidades de leche. De esta manera, si se omite totalmente el periodo seco o lo que es lo mismo, se hace una lactancia continuada, puede disminuir la producción de leche entre un 20-40 %, mientras que periodos superiores a 60 días, pueden producir solo un pequeño incremento en la producción.

El secado de las vacas debe realizarse en vacas en lactancia, servidas y diagnosticadas gestantes, cuando alcanzan un periodo de 7 meses de gestación, lo que quiere decir que el periodo seco promedio será de 2-2.5 meses. Este secado debe ser un proceso repentino, siguiendo las siguientes fases:

1. Ordeñar las vacas a fondo para eliminar la mayor cantidad de leche residual.

2. Limpiar el orificio de cada pezón con compresas estériles húmedas con alcohol e introducir en cada pezón una solución antimastítica para vacas secas, realizando un masaje ascendente con los dedos índice y pulgar para intentar incorporar la solución hasta la cisterna de la glándula.

3. Se debe someter a las vacas a un estrés hídrico y alimenticio, dejándolas sin agua durante 24 horas, lo que reducirá la síntesis láctea y sin ningún tipo de alimento durante 24 -48 horas para reducir los precursores de la síntesis láctea.

4. Las vacas deben ser observadas para comprobar la involución de la mama y que no se de ningún tipo de infección en ella.

Autor/es:

Departamento de contenidos de Infocarne.com

https://www.infocarne.com/bovino/manejo_reproductivo_ganado_bovino.htm