TRATAMIENTOS PARA PROBLEMAS OCULARES EN LOS CABALLOS

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Si tu caballo empieza a comportarse de manera extraña o si temes que algo malo esté afectando sus ojos, busca atención médica. Dado que algunos problemas oculares pueden dañar y comprometer la vista, es mejor prevenir que lamentar. Infórmate acerca de los diversos tratamientos que existen y sobre los cuidados que requieren los ojos de un caballo.

Contáctate con un veterinario para que revise a tu caballo. El veterinario le examinará los ojos y las cuencas para identificar la presencia de cualquier cuerpo extraño (como espigas). Asimismo, le aplicará un colorante especial llamado fluoresceína que se usa para detectar cualquier daño en la superficie del ojo. Para examinar el ojo mucho más detalladamente, el veterinario utilizará un oftalmoscopio, el cual cuenta con una serie de lentes que permiten observar de manera ampliada la superficie y la cámara posterior del ojo. Probablemente sea necesario dilatar los ojos del caballo para realizar una evaluación más exhaustiva.

Aprende a administrarle las medicinas de uso más frecuente. Una vez que el veterinario haya emitido un diagnóstico, probablemente le recetará a tu caballo una medicina (como un antibiótico) en forma de gotas o ungüento. El uso de gotas durante varios días puede ser beneficioso porque ayuda a aliviar el dolor; sin embargo, debes ubicar a tu caballo bajo sombra o colocarle una máscara contra moscas, ya que las gotas le pueden dilatar las pupilas.

Trata las úlceras cornéales. Si el veterinario determina que tu caballo tiene una úlcera corneal, quizá sea necesario insensibilizar la superficie ocular con unas gotas de anestesia tópica. Con sumo cuidado, el veterinario realizará un raspado sobre la superficie con un hisopo de algodón esterilizado para quitar cualquier tejido muerto que pueda haberse adherido al ojo. Esto acelerará el proceso de curación. Luego, enjuagará el ojo con solución salina esterilizada y tal vez prescriba un antibiótico para aplicar en forma de gotas. Estas gotas deben aplicarse de 2 a 6 veces al día (dependiendo del medicamento) durante 7 a 10 días.

Trata la uveítis recurrente equina (URE). Probablemente el veterinario determine que tu caballo sufre de URE o “ceguera de la luna”, la cual suele ocasionar espasmos y contracciones en la pupila. Esta enfermedad no tiene cura; por lo tanto, el tratamiento está enfocado en el control de los síntomas. Es posible que el veterinario prescriba un antibiótico en forma de gotas, el cual debe aplicarse una o dos veces al día para dilatar la pupila y aliviar el dolor causado por los espasmos. Quizá debas ubicar a tu caballo bajo sombra; asimismo, dado que la dilatación de las pupilas puede obstaculizar la visión, debes evitar montarlo. Asimismo, el tratamiento puede incluir esteroides tópicos para reducir la inflamación y analgésicos.

Trata la conjuntivitis. Para controlar esta infección bacteriana, el veterinario requerirá mantener el ojo limpio. Con la ayuda de almohadillas de algodón empapadas en solución salina procederá a limpiarlo. Asimismo, indicará la aplicación de un antibiótico en forma de ungüento una o dos veces al día por 7 a 10 días.

Aprende a diferenciar un ojo sano de un ojo enfermo. Observa a tu caballo de frente y fíjate si ambos ojos se ven iguales. Los dos párpados deben abrirse en la misma medida, la esclerótica debe ser blanca, las pupilas (círculo oscuro en el centro del ojo) tienen que ser del mismo tamaño y la estructura ocular debe lucir limpia, despejada y brillante.

Ten en cuenta que la atención médica es primordial. Comunícate con el veterinario si notas algo extraño en los ojos de tu caballo. Los problemas oculares en los caballos pueden ser de diverso origen, como, por ejemplo, alergias, traumatismos e impurezas, además de otras enfermedades. Para cuidar la vista del animal se requiere un diagnóstico profesional e iniciar el tratamiento adecuado. Actuar con irresponsabilidad o ignorar el problema podría poner en riesgo la vista del caballo.

Haz que tu caballo se sienta más cómodo. Antes de que el veterinario llegue a revisar a tu caballo, limpia cualquier secreción de sus ojos con un paño limpio y húmedo. Asimismo, evita que los rayos del sol caigan directamente sobre él. Colócale una visera o una máscara contra moscas para protegerlo de la luz directa del sol. Puedes alternar y ubicarlo bajo sombra de rato en rato. Si sigues estos consejos ayudarás a tu caballo a sentirse más cómodo y a reducir el daño en el ojo enfermo.

Controla la mejoría de tu caballo. Si el ojo luce peor o no mejora con el transcurso de los días, será mejor que le pidas al veterinario que vuelva a revisar a tu caballo. Si desde un comienzo no se aplica un tratamiento agresivo, las úlceras pueden aumentar de tamaño e incluso podrían comprometer la parte interna del ojo.

 

Referencia: https://es.wikihow.com