Uno de los animales que solemos tener en los hogares y que puede parecernos complicado que nos entienda y poderlo educarlo, es el conejo. No obstante, el conejo es un animal muy inteligente y con unos incentivos adecuados es capaz de estar bien educado para convivir con nosotros y otros animales en un hogar, aunque debemos recordar que igual que el animal debe adaptarse a ciertos aspectos nosotros debemos adaptarnos a él y saber qué límites hay en su educación.
¿Cómo entender a un conejo y enseñarle? ¿Cómo hacer que un conejo te haga caso?, si te preguntas todo esto y quieres saber la base de la educación de los conejos, e aquí unos tips que te pueden ayudar con tu problema:
Consejos para educar a un conejo
Antes de preocuparte en educar a tu conejo, es más importante que conozcas bien sus necesidades y cómo cubrirlas para que esté sano y tenga bienestar. Para ello, comprueba que tu conejo tiene una alimentación adecuada consultando sus necesidades, así como que vive en unas condiciones higiénicas adecuadas y también de que el conejo sea revisado en el veterinario de forma periódica. Si está sano y bien alimentado será más fácil que le eduques porque se sentirá bien y tendrán una convivencia más feliz, ambos podrán beneficiarse mucho de la relación.
Una vez bien cubiertas sus necesidades, toma nota de estos consejos para educar a un conejo:
Trátelo siempre con cariño.
Cárgalo con cuidado y correctamente, aguantando su parte trasera con una mano y colocando la otra en sus axilas o en su tronco, así evitarás que se caiga de tus brazos o dé una patada para correr y se haga daño contra algo, pues si se asusta o sobresalta tendrá una reacción de huida. No obstante, al cargarlo o tocarlo también debes respetarlo, así que si ves que se estresa déjalo en el suelo de nuevo con cuidado, no lo atosigues y espera a que esté más receptivo en otro momento.
Muéstrale que puede confiar en ti y ofrécele calma.
Usa siempre una educación con refuerzo positivo.
Evita el castigo o acciones negativas, como los golpes o toques, los gritos o perseguirlo (recuerda que en la naturaleza es una presa, por lo que este comportamiento puede asustarlo fácilmente).
Háblale en un tono suave y tranquilo y no hagas movimientos bruscos.
Ofrécele comida más allá de su alimento básico, como un premio o golosina apta, para llamar su atención y poder relacionaros mejor.
Acércale el alimento con la mano, espera a que venga y si si se acerca y se muestra receptivo, prueba a acariciarle la frente mientras empieza a comer y, poco a poco, se dejará tocar más.
Referencia: www.mundodeportivo.com/uncomo