Reflexiones sobre autosuficiencia

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Por Elisabeth Casanova García y Jorge Quiroz Valiente
 

En todo el mundo, la globalización ha transformado los medios de vida y las comunidades campesinas desde la década de 1980. Los pequeños agricultores se han enfrentado a dificultades cada vez mayores para mantener los medios de vida rurales a partir de su producción.

En respuesta, la agricultura de pequeños propietarios se ha desarrollado, en general, en dos direcciones: la producción de productos para el mercado (alineando la agricultura a las necesidades del mercado) y el desarrollo de una producción que trata de no depender de insumos externos, construyendo principalmente en los recursos internos, utilizando muchas veces fuentes externas de ingresos.

Por otra parte, están los que requieren medidas adicionales para lograr el desarrollo; es decir, agricultura de subsistencia que es una modalidad agrícola caracterizada por la producción de, únicamente, aquellos productos que se van a consumir, pero lo que requieren son oportunidades para el desarrollo personal y social. En este bloque se requiere desarrollar estrategias, no solo agropecuarias, sino las que ayuden a lograr bienestar. Por ello merecen atención especial y no encasillarlas al sector agropecuario. Estos cambios agrícolas, en la economía de mercado, que a veces ocurren en paralelo en una unidad de producción, han ido de la mano con flujos crecientes de migración rural-urbana (internacional y nacional).

La idea de la autosuficiencia es atractiva para todas las personas, al parecer hay un instinto humano que persigue el objetivo de ser lo menos dependiente posible y ese sentimiento que se da en las personas, también se refleja muchas veces en los países.

No obstante, en este camino de la soñada autosuficiencia se atraviesa uno de los conceptos básicos de la economía: el comercio. Esta actividad humana (al parecer también instintiva) donde se busca la especialización en la producción, para luego parar al peldaño del intercambio y la competencia, en vez de producir un poquito de todo con calidad mediocre.

Lo cierto es que ninguno de los extremos desembocaría en un modelo económico eficaz y sostenible. Según datos de la FAO estos 3 países ostentan un alto grado de autosuficiencia alimentaria: Canadá, Argentina y Australia (Fuente: FAO, The State of Agricultural Commodity Markets, 2015) y a la vez son reconocidos como grandes comerciantes e incluso miembros de importantes alianzas comerciales regionales y globales.

Las ideas de autosuficiencia, deberían ser un plan ordenado y a largo plazo de los países para lograr un equilibrio entre su producción de autoconsumo y la de exportación. Sin embargo, cada país enfrenta situaciones muy diversas, desde el medio físico hasta el sistema socioeconómico. No puede decirse si la autosuficiencia es una buena o mala idea. En México se estima que la cuarta parte del maíz producido es para autoconsumo. La población económicamente activa de México se estima en 58.4 millones de personas, de las cuales aproximadamente el 13% están en el sector primario y aporta el 3.8% del PIB. Como referencia en Brasil es el 5.9% con el 9% de la población ocupada y en

Como reflexión: Estados Unidos no está entre los países más autosuficientes y Argentina sí. Sería interesante estudiar la relación que guarda la autosuficiencia, la economía y el desarrollo humano de estos 2 países.