Esta fruta exótica de la familia Annonaceae también recibe los nombres de catuche, catoche, latuche, graviola, anona de la India, anona de México, zapote agrio, zapote de viejas, entre otros.
De aspecto ovalado y acorazonado, la guanábana (Annona muricata L.) es de tamaño grande y posee en su interior una pulpa de color blanco y sabor agridulce, la cual contiene semillas negras. Su exterior está cubierto por una piel verde con espinas suaves.
Con la pulpa de la guanábana se preparan jugos, licuados, aguas frescas, helados, dulces, mermeladas, yogures, ensaladas y cocteles. También es una gran opción para prevenir padecimientos como el cáncer, hipertensión arterial, estreñimiento, fatiga, diabetes, resfriados, enfermedades del corazón, dolores musculares, entre otros.
La guanábana crece en zonas tropicales, subtropicales y húmedas. No es exigente respecto al suelo que requiere para desarrollarse. Cabe destacar que el área de distribución natural de este fruto abarca la región tropical del sur de México, Centroamérica, el norte de América del Sur y las islas del Caribe.
En México se producen anualmente más de 16 mil toneladas de guanábana, siendo Nayarit, Colima y Michoacán los principales productores de esta fruta a la que se destinan más de dos mil hectáreas para cultivarla, y cuyo valor de producción supera los 102 millones de pesos.
El árbol puede llegar a medir unos 10 metros de altura, siendo lo habitual rondar una talla de unos 6-7. Presenta unas ramas delgadas, fuertes y caídas, y tiene unas brácteas con un fuerte olor, a veces muy desagradable.
Es un árbol normalmente perenne cuyas hojas crecen alternas, lisas, con un color verde muy oscuro en la parte superior y verde más claro en la interior. Además, son oblongas, es decir, más largas que anchas, y elípticas. Éstas pueden llegar a alcanzar como máximo unos 20 cm de longitud y 6’5 cm de ancho.
Las flores pueden crecer en cualquier lugar del tronco o de las ramas. Son cortas (aproximadamente 4-5 cm de diámetro), pediceladas y tienen una forma triangular-cónica. Cuentan con 3 sépalos y 6 pétalos verdes que se vuelven amarillos. Los tres pétalos interiores son ovado-elípticos y los exteriores tienen una configuración triangular.
El fruto de la guanábana, es de un color verde oscuro brillante, de forma ovalada y presenta un tamaño que puede variar entorno a los 10-30 cm de largo y 7-15 de ancho. El peso ronda los 4 kg.
La fruta está recubierta con una piel verde oscura que se vuelve amarilla cuando está madura. Además, está envuelta por una capa de protuberancias finas y blandas que semejan espinas.
La pulpa interior es blanda, generalmente blanca y con una textura carnosa y jugosa. Su sabor es altamente ácido y su aroma muy parecido al de una piña. En su interior, también se encuentran gran cantidad de semillas de color negro.
La guanábana cruda, en infusión o preparada como zumo, contiene substancias que hacen que el cuerpo humano se mantenga en forma, fortaleciendo así el sistema inmunológico. Previene enfermedades virales o infecciosas, un beneficio atribuido principalmente a la cantidad de Vitamina C que contiene, unos 20 mg por cada 100 g de porción comestible. Además, esta vitamina provoca que el guanábano sea un potente antioxidante.
Los antioxidantes presentes en la fruta y los demás componentes favorecen la eliminación de toxinas y desechos, protegiendo el hígado y la vesícula biliar. Su riqueza en Calcio (14 mg ) ayuda al mantenimiento óseo y dental. Y no solo es cuestión del calcio, ya que el aporte de fósforo también tiene efecto en el tejido óseo. Finalmente, cabe señalar que la guanábana es un excelente energizante gracias a su contenido de Vitaminas B, unas vitaminas que son esenciales para los nervios y su función.
Referencia: gob.mx/agricultura