En la primera hora inmediatamente después del parto, la yegua esta dolorida y casi siempre nos permite bregar con su cría por un corto tiempo. Debemos darnos prisa en inspeccionar la cría, cauterizar su ombligo y ponerle su enemita antes de que la yegua se recupere y tome posesión de ella. Ese corto tiempo es crucial y debemos aprovecharlo para hacer un rápido examen físico del potrillo y de la yegua, descartando malformaciones, hernias, o paladar hendido en el potrillo. Debemos aprovechar para inspeccionar la yegua, asegurarnos que haya producido suficiente leche, que su ubre esta limpia, que la placenta este completa y que no hayan laceraciones en la vulva. También es el tiempo para limpiar bien la jaula removiendo toda sangre y todo liquido amniótico del piso. En dos o tres horas, la yegua se recupera del esfuerzo y del trabajo del parto, y comienza a atender su cría muy celosamente. Durante ese periodo no debemos intervenir, solo observar como se va estrechando y desarrollando esa hermosa relación entre la yegua y su cría. Es sorprendente el cuidado que tiene la yegua de no pisar su cría cuando esta esta acostada, como la lame y la acaricia, como la golpea gentilmente con su cabeza estimulandola a levantarse, y como se le posiciona para que la cría busque la ubre. Cuando la cría comienza a mamar, podemos apreciar el placer y la satisfacción en la cara de la yegua. Mientras mama, la yegua huele a su cría repetidas veces y su olor queda tan fijo en su mente que podrá reconocerla y diferenciarla de cualquier otra cría. Luego que se establece esta primera unión, este estrecho vinculo entre la yegua y su cría, debemos tener mucho cuidado porque la yegua comienza a proteger su cría celosa y agresivamente.
Este periodo de protección y soporte dura alrededor de dos meses. Durante esos primeros meses la yegua le brinda protección y seguridad a su cría. Le enseña los peligros del ambiente, y la protege constantemente ocultandola detrás de su cuerpo. La yegua se torna agresiva con los humanos, con los perros y con los otros caballos. Vemos como la cría desarrolla una admiración y un respeto por su madre y maestra. La cría aprende imitando a su madre. Imita sus actitudes y hasta sus movimientos corporales, todo su lenguaje corporal. Por eso es tan importante seleccionar una buena madre cuando se va a transferir un embrión. En este primer periodo, la yegua establece una comunicación vocal con su cría que es única entre ellos. Cuando se separan accidentalmente, la yegua la busca emitiendo un relincho único y la cría le responde también con un relincho exclusivo de ella. Cuando se escuchan, se buscan inmediatamente y siguen relinchando hasta que logran encontrarse. Cuando se encuentran la yegua enseguida la huele para asegurarse de que es su cría.
El relincho de la yegua tiene diferentes tonalidades, cuando es bajo y grave lleva un mensaje de cariño, o un recordatorio, dandole apoyo o seguridad a su cría. Cuando el relincho es alto y agudo, lleva un mensaje de peligro, o una amonestación o regaño y la cría responde inmediatamente, suspende cualquier actividad que este haciendo y regresa al lado de su madre. Esto se observa frecuentemente cuando la yegua esta amarrada en un banadero y su cría se aleja peligrosamente de ella. Si la yegua percibe algún peligro, le relincha agudamente y su cría corre inmediatamente a su lado.
Fuente : Rafi Rivera MD
Potrero Aguja Azul
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mayo 04, 2010, 07:39:22 pm