La inacción climática no es una opción. Las conferencias de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático son unas reuniones anuales que sirven para evaluar el progreso en el tratamiento del cambio climático y establecer obligaciones legalmente vinculantes, de tal forma que, los países desarrollados reduzcan sus emisiones de gases de efecto invernadero. La próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27) se celebrará este año del 6 al 18 de noviembre en Sharm El Sheikh (Egipto). La Confederación Sindical Internacional (CSI), de la que es miembro USO, enviará una delegación a la cumbre para hacer llegar sus propuestas. El objetivo: no dejar a nadie atrás en la transición hacia una sociedad neutra en carbono, una economía más justa y un sistema global transformado.
Siete propuestas sindicales para actuar frente al cambio climático
USO, junto con CCOO y UGT, ha trasladado a la Ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico siete propuestas a defender en la COP27: La implementación de la transición justa para la clase trabajadora. El Acuerdo de París deja bien claro en su preámbulo el enfoque laboral respecto a una transición justa y la OIT estableció unas exhaustivas Directrices para la implementación de políticas y medidas que ofrecen un marco normativo internacional para la transición justa. Los sindicatos demandamos una transición justa que garantice el futuro y los medios de subsistencia de los trabajadores y sus comunidades en la transición hacia una economía con bajas emisiones de carbono. Una transición que se apoya en el diálogo social entre trabajadores y sus sindicatos, empleadores y gobiernos. Un plan para una transición justa que proporcione y garantice empleos mejores y decentes, protección social, más oportunidades de formación y mayor seguridad laboral para todos los trabajadores afectados por las políticas relacionadas con el calentamiento global y el cambio climático. Garantizar derechos humanos, laborales y una participación inclusiva. La CSI reclama que los Gobiernos incluyan una mención explícita a los derechos humanos y laborales en sus mandatos para la COP27. Los derechos en el trabajo son derechos humanos y forman parte integral de las directrices de la OIT sobre transición justa. Mayores ambiciones de mitigación y creación de empleos de calidad con transición justa. La gran mayoría de los países no cumplen con los objetivos establecidos en el Acuerdo de París, ya que sus planes de acción no están encaminados a lograr una reducción del 50 % en sus emisiones de CO2 para 2030 ni alcanzarán cero emisiones netas para 2050. Con la guerra de Ucrania y sus repercusiones, el nivel de ambición de muchos países se ha reducido aún más. Los sindicatos continúan reclamando políticas climáticas ambiciosas con medidas de transición justa que se centren en la creación de empleo y justicia social en la transición ecológica.
La adaptación requiere de protección social. Resulta imprescindible incrementar la protección social en la adaptación al cambio climático. Más de 4.000 millones de personas en todo el mundo no cuentan con ningún tipo de protección social. Los más vulnerables necesitan sanidad, prestaciones de desempleo y otros beneficios de protección social para hacer frente a la crisis climática que pone en peligro su sustento. La ONU y la OIT han creado un “Accelerador Mundial” para ayudar a garantizar la protección social a 4.000 millones de personas que actualmente están desprotegidas. La cumbre climática de Egipto debe recoger una iniciativa en este sentido. Pérdidas y daños. Los países pobres y vulnerables que no han contribuido a la crisis climática pero ya están sufriendo el tremendo impacto de sequías, inundaciones y otros fenómenos climatológicos extremos, deben ser compensados por las consecuencias de la crisis climática. De este modo, la COP27 debe alcanzar un acuerdo que incluya un mecanismo de financiación para pérdidas y daños, incluyendo elementos de protección social. Financiación climática. Las negociaciones de la COP27 deben realizar progresos respecto a la financiación climática. Al no obtener los fondos públicos necesarios, países y compañías están recurriendo a fuentes de financiación del sector privado. Aunque estos fondos son necesarios, esta tendencia resulta preocupante por la condicionalidad asociada en los proyectos financiados. La financiación climática consiste cada vez más en préstamos en lugar de asignaciones, desembocando en costos superiores y métodos ineficaces para dicha financiación, lo que produce un incremento de la crisis de endeudamiento de los países en desarrollo más vulnerables.
