La tos es un mecanismo de protección como reflejo repentino ante un estímulo irritante en la vía respiratoria. Al igual que en los humanos, la tos en los gatos puede darse de manera esporádica o por motivos concretos. Es por esta razón que hay que estar atentos para saber detectar el motivo por el que nuestro gato está tosiendo, ya que puede ser producido porque esté enfermo o quiera expulsar una bola de pelo.
Cuando el gato tose, debemos mantener la calma e intentar identificar qué tipo de tos tiene nuestra mascota: tos seca, tos grave, tos suave, con mucosidad, tos y estornudos, tos con pequeños pitidos.
Los motivos por los que un gato puede toser, son diversos:
BRONQUITIS: cuando los gatos tienen bronquitis, la tos suele ser seca y áspera. La bronquitis puede ser aguda o crónica. Esta última es más grave y se prolonga durante más tiempo. Además de estos
síntomas, si nuestro gato tiene bronquitis, tendrá dificultad al respirar, los ojos llorosos, pérdida de apetito, estornudos etc.
BOLAS DE PELO: es muy común entre los gatos padecer bolas de pelo, pero no es nada grave. Cuando los gatos intentan expulsar las bolas de pelo, la tos se caracteriza por tener golpes secos, irá acompañado de una postura como si fuera a vomitar.
Generalmente, acaban expulsándolas. Pero si ves que pasado un tiempo el gato sigue tosiendo pero no consigue expulsar lo que necesita, tendrás que acudir al veterinario para que le mire y pueda ayudarle con lo que le esté ocurriendo, que puede que se haya tragado algo más que una bola de pelo. Para evitar el problema de las bolas de pelo, es importante cepillar al gato con frecuencia. También es bueno proporcionarles malta, producto que ayuda a evitar la formación de las bolas de pelo en el estómago.
ASMA: el asma también puede darse en los animales. En este caso, para detectarlo tendremos que estar atentos para comprobar si el gato sufre pequeños episodios de apnea, tose exageradamente y escuchas unos pitidos. Si sospechas que tu gato puede estar sufriendo asma, lo indicado es acudir al veterinario para que puedan ponerle el tratamiento necesario al gato. Si finalmente resulta que tu gato sufre asma, tendrás que tener cuidado con las estancias de la casa en las que se encuentre. Controlar en esas zonas el polvo, los humos y olores tóxicos.
PARÁSITOS: los parásitos internos también pueden ser los causantes de la tos en nuestro gato. En estos casos, que a nuestro gato le está pasando algo más que una simple tos, es evidente ya que hay signos de debilidad en nuestra mascota: pérdida de peso y energía. Además, también hay unos gusanos llamados estróngilos, que llegan a los pulmones del gato y le causan tos. Estos gusanos llegan a nuestra mascota tras comer pequeños animales. En este caso, debes acudir al veterinario para que realice una revisión. Parar evitar este tipo de parásitos es imprescindible llevar al día las vacunas de tu gato, y protegerle además durante todo el año con collares o pipetas antiparasitarias.
La tos también puede darse por algo puntual. Ofrécele agua y que la tenga durante todo el día a su alcance.
Fuente: https://deanimal.es/blog/273_la-tos-en-los-gatos.html