Los animales que conforman el ganado ovino son buenos productores de leche y carne, pero también lo son como proveedores de lana que se emplea en la industria textil para la confección de diversos tipos de tela, entre ellos, la lana.
La lana es una fibra natural que se obtiene de las ovejas y borregos, se denomina sucia al producto de la esquila (trasquila) y antes de que pase por cualquier proceso, como podría ser el lavado. La producción nacional de lana sucia, durante 2016, fue de 4,854 toneladas. La lana se procesa de manera industrial o artesanalmente para convertirse en hilos y tejidos de confección para prendas de vestir, alfombras y artesanías, entre otros.
En México, en general, el ganado ovino es de tipo criollo y un porcentaje bajo son de razas puras como: Suffolk, Hampshire, Rambouillet y Corriedale. También se crían para producción de lana las razas: Debouillet, Merino australiano y Lincoln. Las razas criadas para doble propósito, es decir aprovechamiento de carne y lana son: Marsh y Rommey.
En 2016, la producción nacional de ganado ovino en pie fue de casi 118 mil toneladas, de las que se destinaron para carne en canal: 60,300 toneladas. El 95 por ciento de la carne de borrego, en México, se consume en forma de barbacoa.
El Estado de México es el más importante productor de ovinos, pues concentra el 30 por ciento del inventario nacional, le siguen Hidalgo con el 25 por ciento y Veracruz con el 15 por ciento. También el ganado ovino se presenta como una excelente opción para su desarrollo en zonas áridas, pues se adapta con facilidad a estas condiciones.
Referencia: https://www.gob.mx/agricultura/es/articulos/la-ovinocultura-una-actividad-muy-arropadora