Los piojos se pueden encontrar en cerdos de cualquier edad, desde los que aún están amamantando hasta los adultos. Cuando estos animales suelen poseer este parásito en su piel, tienden a rascarse y frotarse en exceso. Por lo tanto, a menudo buscarán postes o puertas contra los que frotarse para aliviar la picazón causada por los cientos de piojos que perforan su piel. Si notas que este comportamiento es constante, realiza una inspección. Generalmente, los piojos suelen ubicarse en los pliegues alrededor del cuello, la papada, la base de las orejas, en el interior de las patas y los flancos. Los piojos son visibles en la piel. Los adultos miden lo mismo que una semilla de ajonjolí y son de un color marrón grisáceo con bordes negros. Por su parte, las liendres tienden a adherirse a los cabellos. Cabe mencionar que, en caso de no tratar esta infección a tiempo, los piojos pueden causar anemia. Esto debido a que los parásitos consumen cantidades abrumadoras de sangre de tus cerdos. Además, pueden transmitir enfermedades como la viruela porcina y la eperitrozoonosis.
La primera es una enfermedad que provoca lesiones en la piel. La segunda, causa anemia e ictericia, la cual es una coloración amarilla de las membranas mucosas, la esclerótica y el oído interno. La viruela porcina no pone en peligro la vida, pero la eperitrozoonosis puede conducir a bajas tasas de concepción e incluso a la muerte.
¿Cómo se trata una infección de piojos en los cerdos?
Una vez que se han diagnosticado los piojos en el rebaño, es esencial implementar un programa de erradicación de piojos para toda la piara. Pídele ayuda a un especialista para que puedas diseñar una manera de eliminar estos parásitos en base a la manera en la que tus cerdos están alojados.
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