La tecnoagricultura del XXI

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Los drones se han vuelto habituales entre la población y están permitiendo que las ciudades sean más interconectadas e inteligentes; la mayoría de las personas reconoce el avance tecnológico y la utilidad de estos aparatos, en el sentido de flexibilidad de aplicación, respuesta y monitoreo de emergencia, reducción de costos y seguridad, sin embargo, también se perciben riesgos que incluyen su uso indebido, la falta de respeto a la privacidad, el mal funcionamiento, los daños, la seguridad, el ruido y la responsabilidad legal.

La incorporación de nuevas tecnologías a diversos ámbitos, se ha identificado como una solución prometedora para abordar desafíos como los que enfrenta la agricultura; una actividad que representa la principal fuente de alimentos del mundo y cuyo mayor problema es la creciente demanda de productos alimenticios, la inocuidad de los alimentos y las preocupaciones de seguridad, así como a los llamados a la protección del medio ambiente, la preservación del agua y sostenibilidad. Dado que la agricultura constituye el ejemplo más destacado de consumo de agua a nivel mundial, se espera que la demanda de alimentos y el consumo de agua aumenten drásticamente en el futuro previsible. Además, el creciente consumo de fertilizantes y pesticidas, junto con la intensificación de las actividades agrícolas, podría generar futuros desafíos ambientales. Del mismo modo, la tierra cultivable es limitada y el número de agricultores (incluyendo ganaderos) está disminuyendo en todo el mundo. Toda esta problemática evidencia la necesidad de soluciones agrícolas innovadoras y sostenibles.

La agricultura inteligente y la agricultura de precisión han surgido como resultado de tales demandas. La primera es una noción general para adoptar tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y otras innovaciones de vanguardia en las actividades agrícolas para aumentar la eficacia. Este último se centra en la gestión específica del sitio en que la tierra se divide en partes homogéneas y cada parte recibe la cantidad exacta de insumos agrícolas para optimizar el rendimiento de los cultivos por medio de tecnologías novedosas. Las tecnologías destacadas que han atraído la atención de los académicos en este campo, incluyen redes de sensores inalámbricos, Internet de las cosas, técnicas de inteligencia artificial, incluido el aprendizaje automático y el aprendizaje profundo (que la máquina aprenda sin la intervención humana), tecnologías informáticas y blockchain.

Además de las tecnologías mencionadas anteriormente, la teledetección se ha considerado una herramienta tecnológica con un alto potencial para mejorar la agricultura inteligente y de precisión. Los satélites, los aviones tripulados por humanos y los drones son tecnologías populares de detección remota. Los drones, conocidos popularmente como vehículos aéreos no tripulados (UAV), sistemas de aeronaves no tripuladas (UAS) y aeronaves pilotadas a distancia, son de gran importancia ya que tienen múltiples ventajas en comparación con otras tecnologías de teledetección. Por ejemplo, los drones pueden entregar imágenes de alta calidad y alta resolución en días nublados, además, su disponibilidad y velocidad de transferencia constituyen otros beneficios. En comparación con las aeronaves, los drones son muy rentables y fáciles de configurar y mantener. A pesar de que al inicio se utilizaron principalmente con fines militares, los drones pueden beneficiar numerosas aplicaciones civiles, por ejemplo, la agricultura inteligente, topografía y cartografía, manejo de desastres y conservación de bosques y vida silvestre. En la agricultura, existen múltiples áreas de aplicación de los drones, ya que pueden integrarse con tecnologías novedosas, capacidades informáticas y sensores integrados para respaldar el manejo de cultivos (por ejemplo, mapeo, monitoreo, riego, diagnóstico de plantas), reducción de desastres, sistemas de alerta temprana, conservación de la vida silvestre y la silvicultura, el monitoreo de cultivos y crecimiento, la estimación del rendimiento, la evaluación del estrés hídrico y la detección de malezas, plagas y enfermedades. Los drones no solo se pueden usar con fines de monitoreo, estimación y detección en función de sus datos sensoriales, sino también para el riego de precisión y el manejo preciso de malezas, plagas y enfermedades. En otras palabras, los drones pueden rociar agua y pesticidas en cantidades precisas según los datos ambientales.

Finalmente, las tecnologías de agricultura de precisión aplicadas en los sistemas ganaderos basados en pastos, deducen que la detección remota habilitada por los drones es ventajosa para la evaluación de la biomasa y el manejo del ganado. Además, recientemente se han hecho esfuerzos para utilizar drones en el monitoreo, rastreo y reunión de ganado.

 

Texto por Elisabeth Casanova y Jorge Quiroz Valiente