Estrés calórico en cerdos

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La mayoría de los animales pueden transferir el calor interno al exterior del cuerpo a través del sudor y los jadeos: estas son las dos herramientas más útiles para el mantenimiento de la temperatura corporal y conforman un sistema de enfriamiento natural.

Sin embargo, los cerdos no sudan y tienen unos pulmones relativamente pequeños. Debido a estas limitaciones fisiológicas y a la capa de grasa subcutánea relativamente gruesa, los cerdos son propensos a sufrir estrés calórico.

Los dos síntomas que obviamente se observan cuando los cerdos están expuestos a estrés calórico son el aumento de la respiración y la pérdida de apetito. Esta última reduce la producción de calor interno, pero también la ganancia media diaria de peso.

Si el estrés calórico se mantiene en el tiempo, los cerdos comienzan a beber cantidades excesivas de agua y acumula ácidos en el cuerpo.

En casos graves puede resultar en diarrea o muerte.

Un estudio examinó qué ocurría en la estructura intestinal cuando los cerdos se exponían al estrés calórico. La investigación mostró que la exposición a 35°C durante 24 horas es significativamente dañina para la función defensiva del intestino. Los autores explicaron que cuando los cerdos se exponen al estrés calórico (incluso sólo durante períodos de dos a seis horas) sus sistemas de defensa intestinal se comprometen y es más fácil que se produzca una infección (porque las bacterias patógenas pueden invadir el cuerpo con más facilidad).

Por lo tanto, el estrés calórico puede producir una infección secundaria si las condiciones sanitarias son pobres.

Consecuencias del estrés calórico en el rendimiento de los cerdos

Los cerdos más grandes son más propensos al estrés calórico y la reducción del rendimiento es mayor que en cerdos más pequeños. La Figura 1 muestra la magnitud de la pérdida de rendimiento en cerdos de 25, 50 y 75 kg cuando la temperatura ambiental aumenta de 14°C a 35°C.

La ganancia media diaria (GMD) empieza a disminuir cuando los cerdos de 75 kg se exponen a temperaturas por encima de los 23°C; aunque en el caso de los cerdos de 25 kg empieza a disminuir cuando se exponen a temperaturas superiores a 27ºC.

La Figura 2 muestra las temperaturas críticas para diferentes pesos corporales; esta información se puede usar como un índice para el control de la temperatura de diferentes casetas que albergan grupos de cerdos de distintas edades.

Figura 1. Efecto de la temperatura ambiental en la ganancia media diaria (GMD) de cerdos de engorde (PC – Peso corporal)

Figura 2. El peso corporal del cerdo tiene un efecto importante en la temperatura crítica para la ingesta media diaria (IMD) de alimentos balanceados y la ganancia media diaria (GMD)

¿A qué temperatura y con qué humedad los cerdos sufren estrés calórico?

La temperatura ambiental (al igual que la humedad) contribuye a que se produzca estrés calórico y los cerdos normalmente lo desarrollan a temperaturas mucho más bajas cuando la humedad es alta.

La Universidad Estatal de Iowa ha publicado un gráfico con el índice de estrés calórico que se puede usar como una herramienta para la toma de decisiones en la implementación de estrategias de control para reducir el estrés calórico.

El gráfico muestra que una humedad media del 30% con temperaturas superiores a los 28°C repercutirá significativamente en la salud intestinal y en el rendimiento de los cerdos de engorde. La tolerancia a la temperatura es menor para las piaras reproductoras.

Herramientas de control recomendadas para reducir el estrés calórico

1. Aumentar la ventilación y el flujo de aire.
2. Reducir, si es posible, la densidad de la piara.
3. Mantener la temperatura del agua tan baja como sea posible.
4. Evitar dar los alimentos entre las 10 a.m. y las 4 p.m (el período más caluroso del día).
5. Suministrar electrolitos y antioxidantes a través del agua.
6. Aumentar la densidad energética de la dieta.
7. Minimizar el exceso de aminoácidos no esenciales y fibra (para minimizar la fermentación intestinal y, así, la producción de calor).
8. Aumentar la disponibilidad de antioxidantes a través de la dieta con vitamina E o betaína, por ejemplo.

Fuente: https://elproductorporcino.com/leerEntrada/num/252