Ganadería y conservación de fauna silvestre ¿es posible?

img

Por Ivonne E Duarte Ubaldo y María de Jesús García Ramírez /Facultad de Ciencias Agropecuarias/ Universidad Autónoma de Campeche

La ganadería es una actividad del sector primario que consiste en la cría, tratamiento y reproducción de animales domésticos con fines de producción para el consumo humano. Esta práctica es muy antigua y forma parte importante de nuestra economía; sin embargo, es una de las actividades antropogénicas que transforman el paisaje por este uso de suelo; de manera que se ha asociado a la deforestación, quema y tumba del bosque como uno de los factores principales asociados a esta actividad que han modificado a los diferentes ecosistemas del país, acabando con la biodiversidad propia de estos ecosistemas. Solo en el periodo de 2007 a 2019 el número de cabezas de ganado en libre pastoreo o pastoreo controlado pasó de 17.2 millones a 26.1 millones. De acuerdo con los últimos datos del Sistema de Información Agroalimentaria y Pesquera del 2020 (SIAP) el 55.5% de la superficie del país se dedica a la ganadería (figura 1).

Figura 1. Superficie ganadera de México. Fuente SEMARNAT, 2018.

Además de la reducción de la biodiversidad por su demanda de tierra para la producción de pastos, forrajes, granos forrajeros y otros insumos agrícolas que intervienen en la alimentación del ganado, a la ganadería se le atribuye ser la fuente principal de contaminación del suelo y de emisión de nutrientes, materia orgánica, patógenos y residuos de medicamentos a ríos, lagos y zonas costeras. Por otra parte, los animales y sus excretas emiten gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático, esto porque los rumiantes, y en menor medida, los monogástricos emiten metano como parte de su proceso digestivo que involucra la fermentación microbiana de alimentos fibrosos. 

Pese a todos esos argumentos negativos, es un hecho que la ganadería representa la segunda fuente de alimento proteico del mundo, por lo que resulta necesario plantear alternativas que minimicen el daño que ocasiona. Por lo tanto, el objetivo es presentar alternativas que permitan a la ganadería ser compatible con la conservación de la fauna silvestre. A pesar de múltiples escritos donde se menciona que la ganadería es incompatible con la conservación de fauna, la realidad es que los animales rumiantes (principalmente bovinos y ovinos) y la vida silvestre pueden coexistir y prosperar juntos en el mismo entorno, gracias a las prácticas de gestión responsable que permiten el uso multipropósito de la tierra, lo cual se puede realizar mediante:

Genética

El mejoramiento genético tiene como objetivo reducir el inventario ganadero y aumentar la producción. Para el caso que nos ocupa un ganadero deberá elegir una raza que utilice efectivamente el forraje que la tierra puede producir económicamente. Esto lo han hecho varias comunidades desde hace años, como ejemplo tenemos las tres variedades del borrego Chiapas en México, en África Oriental las ovejas somalíes y Masai rojas, en la India se han criado búfalos o en Bulgaria el ganado gris búlgaro y los cerdos de los Balcanes Orientales por mencionar algunos. Estas razas pueden llegar a ser menos productivas que las industriales, pero los insumos para su mantenimiento (medicina, alimento) puede obtenerse dentro de la misma zona de crianza, lo que reduce los egresos y por tanto aumenta la ganancia. 

Utilización de cercos vivos

Se ha mencionado que la práctica de la ganadería lechera o de carne tiene impactos muy importantes en la vegetación natural, disminuyendo y simplificando la diversidad biológica y los servicios ambientales. Sin embargo, este aspecto puede ser solventado mediante el uso de cercas vivas, las cuales son líneas de árboles nativos y/o exóticos de la región, con el fin de delimitar los terrenos. Mediante las cercas vivas se busca el mantenimiento y mejoramiento de conectividad entre los remanentes de vegetación original, acahuales y otras vegetaciones circundantes, que favorecen el movimiento de aves y otros vertebrados.

Tipos de pastoreo

En los sistemas extensivos se recomienda mantener varias intensidades de pastoreo con rotación estacional para evitar la degradación del suelo y permitir la recuperación de la vegetación. El pastoreo rotacional (figura 2) es donde los animales pasan de un potrero a otro con el objetivo de hacer un eficientemente uso de todas las pasturas. Además, el ganado las aprovechara de forma rotacional por cortos períodos tiempo lo que asegura el periodo de recuperación de la pastura.  Para implementar este sistema de pastoreo se debe tener en cuenta la época del año, el tipo de pasto que se va a utilizar (características agronómicas y productivas) ya que de estas dependerá el periodo de ocupación y descanso.

Sistemas productivos sustentables

Los sistemas silvopastoriles son asociaciones de árboles maderables o frutales con animales, con o sin la presencia de cultivos. Se pueden practicar a diferentes niveles: desde las grandes plantaciones arbóreas-comerciales con inclusiones de ganado o como complemento a la agricultura de subsistencia. Este tipo de sistema productivo favorece la biodiversidad al crear autopistas verdes (similar a lo de cercas vivas) y corredores biológicos para el tránsito de especies; facilitando el flujo genético entre las distintas poblaciones de animales silvestres que lo habitan. En este sistema es importante mantener una carga animal adecuada para evitar la compactación de los suelos que afecta el crecimiento de árboles y otras plantas asociadas. Además, dentro de los sistemas agroforestales es el que ofrece una mayor oferta de forraje y sombra para el bienestar de los animales.

Figura 3. Sistema silvopastoril que incluye arbustos, árboles y animales. 

Sanidad animal

Una de las preocupaciones actuales es la bioseguridad; destacando de manera importante la disminución de los problemas de enfermedades transmisibles entre ganado/fauna por lo que se deben mantener las medidas de sanidad adecuadas a la región. Estas medidas se refieren a mantener y actualizar los calendarios de vacunación y desparasitación del ganado, la periodicidad de los tratamientos contra ectoparásitos (garrapatas) y buenas prácticas de manejo de residuos y medicamentos. 

Finalmente, como menciona la Comisión Nacional de la Biodiversidad (CONABIO), “se debe aprovechar el enorme potencial de la biodiversidad silvestre, la agrobiodiversidad y los recursos genéticos del país, para implementar sistemas de producción multifuncionales y diversificados con el objetivo de mantener una ganadería sustentable que permita la producción de alimento de origen animal y el mantenimiento de la vida silvestre”

Literatura consultada disponible con las autoras: [email protected] y [email protected]