El uso de antibióticos en la agricultura es un costo agregado al productor y una preocupación creciente para los consumidores. Alimentar con un producto sustituto de calostro puede reducir la necesidad de tratamientos antibióticos en becerras en predestete.
La creciente preocupación de las sociedades modernas en la aparición de resistencia antibiótica ha llevado a las instituciones regulatorias a limitar al mínimo el número de antibióticos que se pueden utilizar en animales de abasto como tratamiento preventivo y terapéutico para enfermedades infecciosas.
El uso a veces irracional de antimicrobianos en operaciones de ganado lechero y de carne puede resultar en efectos adversos potenciales en la salud humana como el riesgo de transmisión de microorganismos resistentes a la población humana que puede potencialmente aumentar la administración profiláctica y metafiláctica de antibióticos para prevenir enfermedades en becerros (as) poco después de su llegada a los corrales de engorda o ranchos no es algo extraño.
Al mismo tiempo, el sobreuso de antibióticos es evidente en algunas situaciones, el descubrimiento y desarrollo de nuevos antimicrobianos para tratar viejas y nuevas infecciones en medicina humana y veterinaria ha disminuido en los últimos años. Se estima que la escasez de antibióticos aumentó alrededor de un 283% durante 2006 y 2010 [Stanton 2013; Borchardt and Rolston 2013].
Para superar la limitada disponibilidad de antibióticos para tratar animales productores de alimentos y al mismo tiempo, las altas tasas de morbilidad y mortalidad observadas en las operaciones de algunos ganaderos como engordadores y granjas de crianza de becerros (as), el desarrollo de alternativas para antibióticos tales como vacunas antibacteriales, agentes inmunomoduladores y péptidos antimicrobiales (AMPs) han sido propuestos [Seal et al. 2013].
El calostro materno ofrece inmunidad específica al becerro recién nacido a través de las inmunoglobulinas (IgG) que protege efectivamente contra microorganismos infecciosos durante las primeras semanas de vida. Aunado a la IgG, el calostro materno ofrece altas concentraciones de factores inmunomoduladores (citoquinas) péptidos antimicrobianos (lactoferrina), factores de crecimiento (EGF, IGF-1), y vitaminas que mejoran la respuesta inmune y ejercen funciones antimicrobiales en el becerro (a) joven [Hagiwara et al. 2000; Yamanaka et al. 2003].
La ingesta de calostro en becerros recién nacidos debe ocurrir inmediatamente después del nacimiento debido a que la capacidad del intestino de la cría para absorber IgG disminuye progresivamente después de 6 horas de duración. Los becerros con una transferencia pasiva adecuada de IgG durante las primeras 24 horas de vida demuestran las tasas de morbilidad y mortalidad más bajas en comparación con los terneros con falla en la transferencia pasiva (FTP) [Berge et al. 2005]; sin embargo, los beneficios de los componentes de calostro materno incluyendo inmunoglobulinas (IgG, IgA y IgM), factores inmunomoduladores, vitaminas, factores de crecimiento y moléculas antimicrobianas podría prolongarse durante el periodo de predestete a través de la administración continua de calostro materno en la ración de la becerra.
Los estudios han demostrado que, aunque la absorción de IgG después de 24 hrs de vida ya no se produce en la becerra, los efectos de las inmunoglobulinas y otros factores inmunes presentes en el calostro proporcionan inmunidad local en el tracto gastrointestinal y pueden prevenir la infección causada por virus y bacterias entéricas [Snodgrass et al. 1982]. Un estudio demostró que cuando se administró 70g de un producto de calostro deshidratado como sustituto de calostro que contiene 10g de IgG mezclado en la ración de sustituto de leche dos veces al día de 1 a 14 días de edad a becerras lecheras con falla total o parcial en la transferencia pasiva, el número de días con diarrea y el número de tratamientos con antibiótico disminuyó significativamente cuando se comparó con un grupo control de becerras con FTP que no recibieron suplementación con sustituto de calostro Berge et al. 2009].
En un estudio más reciente en SCCL, administramos 150g de calostro deshidratado – sustituto de calostro mezclado en el sustituto de leche dos veces al día del día 1 al 14 en becerras Holstein en un rancho de becerros y comparamos la incidencia de enfermedad (diarrea y neumonía) y el número total de tratamientos antibióticos con un grupo control de becerras que no recibieron sustituto de calostro en su ración. Las becerras utilizadas en esta prueba tuvieron una transferencia pasiva adecuada de IgG al inicio de la prueba (IgG en suero > 10g/L). La incidencia de enfermedad general en becerras suplementadas con sustituto de calostro se redujo un 40%; además, el número de tratamientos antibióticos en el grupo de becerras que recibió sustituto de calostro se redujo 4 veces (Chamorro and Haines 2015, no hay datos publicados).
Es posible que los componentes presentes en el calostro deshidratado tales como la IgG, factores inmunes, vitaminas y otros péptidos tales como la lactoferrina, pueden jugar un papel aumentando la inmunidad sistémica y local en becerras que reciben calostro suplementado. El resultado de estos estudios sugiere que la suplementación de calostro en becerras lecheras durante las dos primeras semanas de vida independientemente del estatus en la transferencia pasiva reduce la presencia de enfermedades y minimiza el uso de antibióticos terapéuticos y profilácticos antes del destete.
Referencia: Calostro Mexico/ Edición 118 /Agroregión / Marzo-Abril 2023