Páramo- Delgadillo, S. *, Hernández-Santos, M.E., Arias Rodríguez, L. Y Álvarez-Gonzáles, C.A. / Laboratorios de Acuacultura DACBIOL-UJAT. / *[email protected]
Agro Región
Con el nombre de plecos se conoce comúnmente a un grupo de peces que se usa de manera cada vez más frecuente en el mercado de la acuariofília, en el que también reciben el nombre de "limpia peceras". Pertenecen a una familia de peces con origen en Sudamérica y llamada Loricariidae, la cual, contiene a casi 700 especies descritas. Al igual que otros peces gato, presentan barbillas o bigotes en las mandíbulas y fuertes espinas en las aletas pectorales, compartiendo este carácter con los bagres de nuestra región conocidos como bandera, curuco, bobo, fil y cabeza de hueso.
El tamaño de los loricaridos puede variar desde 2.5 hasta 75 cm de longitud total. En general tienen el cuerpo aplastado y largo; prefieren vivir en el fondo de los acuarios ocultos sobre la grava, rocas o algún trozo de madera. Su empleo en los acuarios ha provocado la invasión de algunos ambientes naturales debido al escape a partir de los sistemas de reproducción o cría y ahora se encuentran poblaciones naturales en Australia, Taiwán, Estados Unidos y México. En el caso particular de México, se ha presentado en la cuenca del Río Balsas y en la Grijalva-Usumacinta. En el primero se localizó en las aguas del embalse "Adolfo López Mateos", donde al parecer las condiciones fueron propicias y ha generado una fuerte problemática asociada a la captura comercial de tilapia que ya venía presentando síntomas de disminución. El primer registro documentado de un "plecos" para aquella área fue en diciembre de 1995 en el río Mezcala en el estado de Guerrero, después se le localizó en el río Amacuzac en el estado de Morelos.
En el caso de Tabasco aparece por primera vez en 1997 a partir del río Pichucalco en los alrededores de la ranchería Alvarado, Guarda Costa y posteriormente es avistado en el río Carrizal y la laguna de las Ilusiones. Para el 2004 ya se le conocía también en Playas de Catazajá. Ahora se sabe de su presencia en Reforma, Chiapas, en los municipios de Centro, Centla, Macuspana, Jonuta, Balancán, Emiliano Zapata y Teno sique además de Teapa, Jalapa y Tacotalpa. Los ejemplares que hemos visto corresponden a la especie Pterygoplichthys pardalis y llegan a medir hasta 60 cm de largo con peso de 1.8 kilos.
A continuación, señalaremos aspectos interesantes de esta especie:
Debido a la posición de su boca y el tipo de dientes que parecen un cepillo, su actividad alimenticia se desarrolla en ambientes del fondo de ríos y lagunas. Como "lama" asociada a piedras, troncos de árboles u otros sustratos. Esta "lama" básicamente son algas y otros microorganismos. Debido a que sus labios son carnosos se pue den fijar al fondo a manera de ventosa y raspar eficientemente con los finos dientecillos que perecen diminutas cucharitas. Como no existe en nuestras aguas otro organismo con estas peculiaridades, entonces podemos decir que no tiene competidor por alimento y sí un mundo de comida.
Su estómago está fuertemente vascularizado, es decir, presenta gran cantidad de vasos sanguíneos por lo que puede ser usado como un órgano accesorio de respiración de aire. Esto le confiere la capacidad de salir a la superficie y tragar aire como lo hace el pejelagarto, por lo que puede entonces vivir en áreas de aguas estancadas con deficiencia de oxígeno. Se le ha vis to permanecer vivo por varios días fuera del agua si está en sitios húmedos. También es digno de mención el hecho de que, para las condiciones particulares del clima de Tabasco, se presentan crías de este pez casi todo el año. Entre las hembras que se han estudiado se ha encontrado des de 1,500 hasta 1,1500 huevos maduros, con un promedio por puesta de 6,600 huevos.
Por si esto no fuera suficiente para ayudarle a crecer en sus poblaciones eficientemente, todavía hay que considerar que presenta cuidado parental, por lo que realiza agujeros en los costados sumergidos de los ríos o en el fondo de lagunas y dentro de ellos coloca a los huevos para mantenerlos protegidos y fuera de peligro. Parece no ser una especie muy precoz pero ya a los 22 cm es un adulto que puede reproducirse exitosamente. Debido a la presencia de una serie de fuertes escudos colocados sobre los costados y el dorso, además de tener la cabeza fuerte mente osificada, no es presa fácil. Para el caso particular de Tabasco solo se ha vis to que sea depredador por cocodrilos en el caso de la talla grande o bien por el pato buzo o cormorán para el caso de juveniles de alrededor de 6 u 8 cm.
Por todas las ventajas anteriormente mencionadas, además de que hasta el momento no se le aprovecha desde un punto de vista pesquero, su población presenta un vertiginoso avance. Actualmente, la mayoría de los pescadores ribereños de ríos y lagunas manifiestan su molestia y preocupación porque sus redes se vuelven inservibles al enredarse las fuertes espinas de estos "plecos" y tienen que romperlas para quitarlos. Hasta este punto todo parece problemático con este pez, pero ahora nos referiremos a un enfoque diferente.
Cuando se ha revisado la axila de las aletas no se ha encontrado glándula venenosa como en el caso del bagre "bandera" o el "Curuco" por lo que podemos señalar que esta especie no corresponde a un bagre peligrosos desde este punto de vista. Aunque las espinas pectorales, y un poco la dorsal, son muy robustas y presentan ornamentaciones como dientecillos, no son puntiagudas y en consecuencia no se corre el riesgo de una dolorosa punción al manipularlos. Solo deben agarrarse firmemente por la cabeza y rotar hacia atrás las espinas pectorales para desbloquearlas de su condición trabada y rígida, con lo cual se facilita la opción de separarlos de la red.
Existen algunos peces que son tóxicos y provocan la enfermedad conocida como ciguatera. Esto ocurre con peces que comen ciertas especies de dinoflagelados asocia dos a áreas coralinas y/o marea roja. Al parecer, hasta el momento, no se ha encontrado do este tipo de toxicidad en ambientes de agua dulce, por lo que tampoco se trata de un pez con toxinas por esta vía. Cabe la posibilidad de que tengan algún parásito, pero el solo hecho de no consumirle en ceviche, sino bien cocido, elimina la posibilidad de que se pudiera ser infectado por algún parásito que le usara como hospedero intermediario.
Y ahora vamos a lo más bueno. Cuando se ha examinado la calidad de su carne se le ha encontrado hasta un 88% de proteína desuca en peso seco. Presenta alrededor de 7% de grasa y presenta ácidos grasos precursores de la serie Omega 3 y Omega 6. La digestibilidad del filete es muy buena (superior al 90%). El rendimiento en filete no es muy alto comparado con otros peces estando entre 23-25% de carne de excelente calidad. Cuando se ha revisado la calidad del pez completo se ha visto que presenta hasta un 48% de proteína total y 12% en grasa, por lo que se considera bastante bueno para ser incorporado como ingrediente en la elaboración de alimentos balanceados para distintos fines pecuarios.
Investigando en su área de distribución natural, investigadores de la Universidad de Michoacán y colaboradores, han encontrado que el precio del "Pleco" en Brasil es superior al de la tilapia casi en un 40%. Allá constituye un recurso que en la actualidad está sujeto a una normatividad estricta para protegerlo como recurso. Allí mismo, se realizan investigaciones para su cultivo y constituye parte de la dieta tradicional de la población del Río Similares (Alto Amazonas). Hemos tenido la suerte de probarte como platillo y realmente es estupendo. Ya se ha editado un folleto de Divulgación Científica y Tecnológica denominado "10 Platillos fáciles y exquisitos preparados con pescado armado" y se tiene en preparación uno más relativo a 50 recetas de cocina para este pez que es un verdadero regalo de la naturaleza para mitigar el hambre de mucha gente. Es evidente que, como cualquier cosa aje na a nuestra cultura, nos cause extrañeza y hasta temor, pero si vemos que otras poblaciones de la amazonía peruana y brasileña ya le tienen como un recurso de alto valor y si la investigación realizada hasta este momento permite la garantía de que su consumo no involucra peligro alguno…que más hacer sino aprovecharlo.
Fuente: Revista Agro Región, Diciembre de 2008, Edición 22