Es muy lamentable que la delincuencia organizada tenga secuestrada la actividad limonera en estados como Michoacán. Los noticieros nacionales dan fe de que el cobro de piso a los productores dueños de los cultivos, lo que ha hecho que exista deserción de la gente en el campo y esto ha derivado en el alza del precio de este producto.
Si bien es cierto que se ha avanzado en muchos rubros en la economía del país, también hay que reconocer la falta de una estrategia más coordinada y efectiva del gobierno federal para brindar seguridad a actividades económicas del sector primario, ya que de ellos dependemos todos porque es la producción de alimentos lo que está en juego.
Así bien, la gente del campo es honesta, trabajadora y ha sido la que ha soportado la indiferencia de gobiernos que han pasado a la historia como malos por tener políticas agropecuarias insensibles, y ahora no se vale que también tengan que enfrentar a los delincuentes que quieren apropiarse del ingreso que tienen por vender sus productos.
Es hora de que se tome cartas en el asunto, porque ya no solo son los productores de limones sino también del aguacate, de la carne de bovino, entre otros que están siendo acosados todos los días y donde se espera que existan garantías para poder trabajar con seguridad y brindar alimentos sanos y a buen precio para los consumidores finales.
Referencia: Edición 121 edición impresa (septiembre-octubre 2023)