Los lácteos ocupan un lugar destacado en la dieta mexicana, siendo parte esencial de nuestra cultura culinaria y un pilar de nutrición para millones de personas en todo el país.
La producción lechera en México ha experimentado un incremento significativo en los últimos cinco años, alcanzando un crecimiento del 9%.
El sector lechero no sólo es crucial para la economía nacional, sino también para la seguridad alimentaria y el bienestar de los consumidores. La colaboración entre el sector público y privado es fundamental para seguir avanzando en este rubro y cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Los quesos en México son resultado principalmente del aporte cultural de los españoles. Ellos introdujeron los primeros hatos de cabras y ovejas y, posteriormente, de ganado vacuno que gradualmente empezaron a proliferar en distintas regiones de la Nueva España.
Un hito en la “mexicanización” de los quesos es la incorporación de chile en la pasta o untado en la superficie de las piezas, lo cual inspiraría en el devenir del tiempo la creación de “quesos botaneros” que, además de chile en diversas presentaciones, incluiría hierbas, frutas, hortalizas, especias y otros ingredientes.
Actualmente se conocen unos 40 diferentes tipos de quesos genuinos mexicanos, entre los que destacan los siguientes:
Cotija, Oaxaca, Asaderos, Adobera, Panela, Chihuahua, Queso crema, De poro, Tipo manchego, De morral, Quesos de hoja.