Los ecosistemas silvestres salvaguardan la vida, cada 3 de marzo se celebra el Día Mundial de la Vida Silvestre con el objetivo de que tomemos conciencia del valor de la fauna y flora. El Día Mundial de la Vida Silvestre conmemora la aprobación de la Convención sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES). En esta Convención participaron un total de 183 países que se encargan de velar por la protección y conservación de todas las especies de flora y fauna que se encuentran en peligro de extinción. El principal objetivo de este día es reclamar la necesidad de acabar con todos aquellos delitos contra la naturaleza que hacen peligrar la vida en la Tierra. Además, gracias a este día, se busca crear conciencia acerca de la multitud de beneficios que los ecosistemas silvestres tienen sobre el ser humano.
Este tipo de especies son esenciales para la conservación de nuestro medio natural y poder garantizar, así, la salud de nuestro planeta. Y es que, en la actualidad, hay más de 8.400 especies de fauna y flora se encuentran en peligro crítico de extinción, según datos de Naciones Unidas. Muchas de ellas están consideradas como ‘especie clave’, es decir, su desaparición o abundancia determinan la supervivencia no solo de su propia especie, sino también de la estructura y equilibrio de su entorno. Ahora, más que nunca, debemos comprender la importancia que tiene la naturaleza y el medio ambiente para nuestra propia vida.
Las amenazas de la vida silvestre
La vida silvestre hace referencia al conjunto de organismos vegetales y animales que forman parte de cualquier ecosistema en el que no existe la intervención humana. Estos ecosistemas silvestres son medios fundamentales para la subsistencia y el bienestar. Las principales amenazas que sufren nuestros ecosistemas tienen como principal culpable al ser humano. La pérdida del hábitat debido a la deforestación, los efectos del cambio climático provocados por la contaminación y la caza furtiva son solo algunos de los desafíos más alarmantes que están poniendo en peligro la existencia de las especies. Un ejemplo de ello es el caso de la mariposa aricia. Y es que esta especie, a pesar de no estar en peligro de extinción, se trata de uno de los tipos de mariposas que más protección necesita ya que la crisis climática está afectando de forma negativa a la fragmentación y pérdida de su hábitat.