Chayote, más allá de las espinas.

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El nombre científico del chayote es Sechium edule y es una hortaliza que los aztecas consumían como alimento. Su nombre en náhualt es “chayotli”, aunque al chayote tierno se le denomina “chayoselik”.

Este delicioso alimento de apariencia tosca y suave sabor es una hortaliza trepadora que vive y produce por varios años. Pertenece a la familia de las cucurbitáceas: Su sabor es una mezcla de zapallito y pera, tiene un 90% de agua, brinda abundante forraje en verano y prodigalidad de sus frutos en el otoño.

El chayote es una de las pocas plantas que se comen en su totalidad, Se pueden consumir crudos y pelados se emplean en ensaladas. Con ellos se pueden preparar conservas agridulces y hasta dulces.

Generalmente es cosechado y consumido cuando aún se encuentra inmaduro ya que su dureza y sensación fibrosa aumentan durante el proceso de maduración, debido a que disminuye el contenido de polisacáridos (como arabinosa y arabinogalactanos).

Diversos estudios han encontrado la presencia de compuestos bioactivos como flavonoides, carotenoides, vitamina C y E (en el fruto, en la cáscara y en las hojas); sin embargo, el proceso de cocción del chayote disminuye considerablemente su concentración, pero continúa siendo un buen alimento que aporta fibra dietaria (soluble e insoluble) y minerales.

Los chayotes se pueden consumir crudos o cocidos, con piel (sin espinas) o sin ella.

Su raíz y hojas, también son comestibles (hiérvelas con ajo y quedarán deliciosas)

Tienen un alto contenido en agua y fibra, así como de una poca cantidad de azúcares naturales, motivo por el cual son bajos en calorías comparados con otros frutos.

En 2022 su producción nacional fue de +196 mil toneladas.

FUENTE: https://www.gob.mx/agricultura/articulos/chayote-mas-alla-de-las-espinas?idiom=es