En ningún lugar se vive con tanta intensidad como en el campo mexicano, donde esta temporada trae consigo una renovación palpable en cada rincón.
La producción agrícola mexicana se divide en dos temporadas: primavera-verano y otoño-invierno. La primera va del 1 de marzo al 30 de septiembre, y la segunda del 1 de octubre al 28 de febrero.
En estos ciclos los productos agrícolas crecen y maduran bajo las condiciones propias de la época del año en la que se establezcan.
En México casi tres cuartas partes de la superficie agrícola se destinan a cultivos del tipo cíclico, 54% para Primavera/Verano y 17% para Otoño/Invierno, el 29% restante es superficie destinada a cultivos del tipo perenne.
Entre los productos obtenidos en este ciclo destacan:
Jitomate, Lechuga, Chile, Calabaza, Ejote, Pepino, Col, Frijol y Maíz.
Uno de los fenómenos más hermosos que nos regala la primavera en el campo mexicano es el surgimiento de la flora, vital para la reproducción de numerosas especies vegetales.
Las abejas son el grupo con mayor diversidad y abundancia en todos los ecosistemas terrestres. Otros insectos, como moscas, avispas, hormigas, escarabajos, mariposas diurnas y nocturnas, así como colibríes y otras aves y murciélagos juegan también un papel importante en la polinización.
Cerca del 90% de todas las plantas con flor dependen de polinizadores para su reproducción. El servicio de polinización beneficia la propagación y producción de más del 60% de las plantas cultivadas. Alrededor de 145 especies de plantas utilizadas para la producción de frutos y semillas son dependientes de polinizadores.
Así como el campo requiere algunos trabajos propios de esta época del año, varias son las tareas a realizar también en huertas y jardines en primavera: trasplantes, podas, preparación de canteros y césped, control de malezas y plagas, riego y fertilización. Un buen manejo de todas ellas, nos permiten atraer a polinizadores.
La primavera es la mejor época del año para tener una huerta porque es cuando más tiempo estamos al aire libre y cuanto más rápido se disfrutan los resultados de lo que sembramos y plantamos.
Es momento para sembrar/cultivar remolacha, lechugas, rúcula, chauchas, tomates, choclo, pepinos, ají y espárragos verdes. También papas, verduras orientales y aromáticas.
La primavera también es la última oportunidad en el año que tenemos para realizar los trasplantes en nuestras huertas y jardines: cuidar siempre las raíces, preparar un espacio un poco mayor del cual se retira la planta, aflojando la tierra y agregando tierra buena, compost y humus de lombriz.
La primavera en el campo mexicano es un momento de renovación. Así que salgamos al campo, respiremos el aire fresco y dejemos que la primavera nos sorprenda con su belleza y su generosidad. Porque en cada flor que florece y en cada fruto que madura, encontramos la esencia de #ElCampoOrgulloDeMéxico.