El cacao y el enjambre

img

Por Dr. Jorque Quiroz Valiente

 

El cacao ( Theobroma cacao L.) es un cultivo tropical cargado de historia y cultura. Además, es de los más importantes en el mercado, con un valor comercial anual global de al menos 8 mil millones de dólares (FAO, 2019). En los últimos años, se ha hecho un esfuerzo por una transición global hacia una producción de cacao más sostenible. Esto incluye poner fin a la deforestación, promover los medios de vida, reducir el uso de agroquímicos y promover los servicios ecosistémicos a través de una gestión más respetuosa con la biodiversidad (Maas et al., 2020). La promoción de los servicios de polinización tiene mucho que contribuir en este objetivo. Sin embargo, después de varios miles de años de consumo humano de cacao de su domesticación, no existe un registro confiable de las especies polinizadoras del cacao, ni de sus hábitats de reproducción ni de su distribución geográfica. Esto complica el desarrollo de prácticas eficaces para promover la abundancia y diversidad de polinizadores en las plantaciones.

La reconstrucción de la diversidad de polinizadores es de particular preocupación en el contexto de los cambios ecológicos que se están viviendo en todo el planeta, ya que el cacao depende exclusivamente de insectos para su polinización. El trabajo pionero sobre la polinización del cacao de los años 70 y 80 identificó a los pequeños dípteros, que incluyen moscas y mosquitos, como polinizadores clave del cacao. Entre ellos, destacan las mosquillas picadoras de la familia Ceratopogonidae, sobre todo del género Forcipomyia, y, en menor medida, los "mosquitos inductores de agallas" de la familia Cecidomyiidae. Cuando los cacaos florecen, estos insectos son lo suficientemente pequeños como para entrar en la caperuza de pétalos que cubre las anteras, donde se produce el polen. 

También, varios trabajos han encontrado himenópteros como hormigas, abejas pequeñas y avispas en las flores del cacao, pero la capacidad de alcanzar y transferir el polen es muy discutida en el caso de las abejas y no se ha probado en el caso de las avispas. Con base en la evidencia disponible actualmente, parece que los dípteros pequeños son los polinizadores por excelencia del cacao. 

La mayoría de los microdípteros tropicales, incluidos los presuntos polinizadores del cacao, siguen sin describirse ni clasificarse apropiadamente. Y no es para menos, su identificación a nivel de especie es difícil y requiere un procedimiento de montaje complejo y un análisis detallado de diferentes partes microscópicas del cuerpo. Estos dípteros frágiles y pequeños se dañan fácilmente y pierden partes del cuerpo durante la captura, el transporte y el almacenamiento, lo que dificulta aún más su identificación adecuada. Como resultado, la investigación contemporánea sobre la polinización del cacao generalmente se centra en grupos taxonómicos amplios. Por ello, a menudo se limita a hablar de familias o, en los mejores casos, de géneros, sin considerar la diversidad de especies específicas que integran estos grupos.

Los investigadores suelen emplear métodos indirectos para capturar polinizadores sospechosos en las plantaciones de cacao. Sin embargo, dada su alta diversidad de especies y su ecología diversa, es poco probable que, por ejemplo, todos los Ceratopogonidae y Cecidomyiidae encontrados en las plantaciones de cacao sean polinizadores del cacao. 

La falta de identificación a nivel de especie también significa que los hábitats de reproducción exactos de los diferentes polinizadores del cacao siguen siendo desconocidos. Algunos estudios informan un aumento en el cuajado de frutos después de la introducción de hábitats de reproducción sospechosos (tallos de banano en descomposición o cáscaras de cacao) en las plantaciones. Sin embargo, se desconoce qué especies de polinizadores se beneficiaron de esta acción. Por tanto, no se no se pueden generalizar las respuestas de los polinizadores a las prácticas de manejo; se vuelve conocimiento muy empírico y específico.

Para llenar este vacío de conocimiento, es necesario aumentar la resolución taxonómica de los estudios sobre los polinizadores del cacao y desarrollar métodos estandarizados para identificar y distinguir de manera confiable a los polinizadores de los no polinizadores con herramientas basadas en el ADN. En este contexto, el código de barras de ADN puede desempeñar un papel importante. Esta técnica utiliza secuencias de ADN de mucha variabilidad entre especies y las compara con una base de datos para identificar de manera confiable a los individuos. Sin embargo, hasta ahora no ha habido intentos de reconstruir la diversidad de polinizadores del cacao utilizando el código de barras. 

Conocer de manera puntual a los polinizadores del cacao es un paso preliminar para repoblarlos en los cultivos y acercarse a la sostenibilidad. Después, se necesitará más información sobre los sitios de reproducción para que los administradores de las plantaciones los mejoren. Cada vez son más accesibles las tecnologías de secuenciación de ADN y, en vista del alto valor económico y cultural del cacao, no es descabellado empezar a implementarlas. El manejo de polinizadores puede ser complicado. Pero recordemos que una de las bellezas del cacao es que, a través de su excentricidad, nos pide una sola cosa, y es que cuidemos de su ecosistema.