Situación actual del gusano barrenador del ganado en México.

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El reto más grande al que se enfrenta la sanidad animal de nuestro país en los últimos tiempos es sin duda, el gusano barrenador del ganado, ya que representa un enorme desafío no solo para los servicios veterinarios, sino también para la línea de comercialización del ganado en el país y la sociedad en su conjunto. La participación de todos los sectores de la sociedad es esencial para la obtención de buenos resultados en el combate contra esta enfermedad, que pone en riesgo el inventario ganadero y la salud pública.

Los esfuerzos coordinados con diferentes secretarías de estado y organizaciones ganaderas, entre las que se encuentran la Secretaría de la Defensa Nacional, Secretaría de Salud, la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNOG) y asociaciones ganaderas estatales y locales, han permitido sumar esfuerzos y coordinar acciones para mitigar el riesgo; no obstante, la presencia de la plaga ha develado la necesidad de hacer cambios en el procedimiento para la importación de ganado, su inspección y movilización, ocasionando un cambio de paradigma, el cual tiene que adaptarse a las nuevas circunstancias. Ante lo apremiante de esta situación sanitaria, el Senasica convoca a la participación de todos los médicos veterinarios coadyuvantes y en el ejercicio libre de la profesión, a sumarse a la estrategia diseñada para hacer frente a esta plaga, haciendo efectivo el compromiso de la profesión veterinaria en la protección de la salud animal, en beneficio de la humanidad.

La larva, según su estado de desarrollo, se divide en tres etapas (L1, L2 y L3), siendo en la tercera donde mejor se observan sus características morfológicas que le permiten adaptarse y desarrollarse dentro de un huésped. La larva tiene forma cilíndrica y alargada, dividida en 12 segmentos con una disminución de tamaño en los primeros segmentos, completamente desarrollada (L3) tiene un peso aproximado de 70 a 120 mg y mide entre 15 y 16 mm de longitud, con grandes espinas en el cuerpo de 130 micras de 1 o 2 puntas. Cuando es joven (L1) es blanca o translúcida ya que está iniciando su alimentación y sus estructuras apenas se están formando, a medida que crece (L2) adquiere una tonalidad amarillenta o rojiza, este cambio de color está relacionado con la alimentación y el desarrollo (L3) de sus estructuras internas y el aumento de su masa corporal. En el primer segmento tiene un par de antenas, un par de palpos sensoriales y un esqueleto cefalofaríngeo bilobulado que podría considerarse como su “cabeza”, el cual posee dos ganchos orales que utiliza para desgarrar los tejidos y poder alimentarse de los fluidos de la sangre y de células vivas del tejido cortado.

En el segundo segmento tiene dos estigmas o espiráculos respiratorios anteriores en forma de abanico, uno a cada lado. En el doceavo segmento, que es la parte posterior de la larva, se encuentran dos espiráculos respiratorios con tres orificios que le permiten obtener el aire del exterior y conectar con la red traqueal interna. Estos espiráculos son fundamentales para que respiren mientras se encuentran en los tejidos profundos del huésped, donde el oxígeno disponible es bajo, lo que le permite desarrollarse en lugares donde otras larvas no podrían sobrevivir, por ejemplo, en el músculo o la médula espinal. Los espiráculos posteriores se conectan con los anteriores por medio de troncos traqueales, que atraviesan todo el cuerpo de la larva, los cuales se encuentran pigmentados de color café rojizo desde el segmento doceavo al noveno principalmente y ofrecen una característica distintiva para la identificación de la especie.

La segmentación y flexibilidad de su cuerpo le permiten desplazarse sin dificultad a través de los tejidos, buscando lugares donde pueda completar su desarrollo sin ser detectada fácilmente por el sistema inmunológico del huésped. Esta larva es un parásito obligado, una vez incrustadas en los tejidos rara vez abandonan la herida antes de madurar; no obstante, si el animal muere, la larva migra en un lapso de 48 horas. La mosca Cochliomyia hominivorax presenta una serie de características morfológicas especializadas en cada una de sus fases (huevo, larva, pupa y adulto) lo que le ha permitido desarrollarse y sobrevivir por cientos de años. Comprender estas particularidades es crucial para una adecuada identificación y sobre todo, para el establecimiento de las medidas para su prevención, control y erradicación.

Situación actual del gusano barrenador del ganado en México

El pasado 21 de noviembre del 2024 se detectó el primer caso en nuestro país, gracias a la oportuna intervención del personal que labora en el Punto de Verificación e Inspección Federal (PVIF), ubicado en el municipio de Catazajá, estado de Chiapas, el cual se trató de un bovino con una herida en la oreja causada presuntamente por el aretado. Desde entonces y hasta el 13 de febrero de 2025, se han confirmado 50 casos de gusano barrenador del ganado (03 en el 2024 y 47 en el 2025); de éstos, 40 casos se han identificado en bovinos, 08 en equinos, un ovino y un porcino.

El Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), en coordinación con la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas y organismos pecuarios estatales y locales, mantienen una vigilancia epidemiológica con el objetivo primordial de detectar oportunamente la presencia del gusano barrenador del ganado Cochliomyia hominivorax en nuestro país. Para ejecutar estas acciones, se cuenta con médicos veterinarios de campo distribuidos en todo el territorio nacional, expertos en realizar promoción y atención de la notificación, así como en la obtención de muestras y tratamiento de heridas.

Derivado de esta vigilancia epidemiológica, del 1 de enero del 2024 al 11 de febrero del 2025, se atendieron 406 reportes por miasis en animales, de los cuales 174 fueron notificados en Chiapas, estado con el mayor número de reportes, seguido de Puebla con 34 y Oaxaca con 21 reportes. Las principales especies afectadas han sido los bovinos (157), caninos (135) y felinos domésticos (39). Respecto a las especies de larvas detectadas figuran principalmente Lucilia sericata (96), Dermatobia hominis (75), Lucilia cuprina (63) y Cochliomyia hominivorax (46), aunque en este último caso solo se ha identificado en el sur de nuestro país. respecto a las acciones establecidas por el Senasica para prevenir la introducción y diseminación del GBG, con una participacion de 2,256 asistentes.

Finalmente, desde su lanzamineto el 01 de marzo del 2023 y hasta el 31 de enero del 2025, se han ofrecido 104 cursos en línea “Gusano barrenador del ganado, identificación y diagnóstico diferencial” para 60 instituciones, con lo cual se tiene un registro de 7,471 participantes que concluyeron esta capacitación satisfactoriamente. Para fortalecer estas acciones, los médicos veterinarios de campo realizan constantemente reuniones con autoridades sanitarias federales, estatales y municipales, visitas a puntos de contacto para promover el reporte oportuno, perifoneo informativo en zonas rurales y recorridos en ranchos ganaderos en busca de gusaneras.

FUENTE: 

Boletín informativo de la CPA

https://www.gob.mx/senasica 

CNOG