Embocaduras para los equinos

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Por Carlos Andrade y Alejandro Valladares / Agro Región

            En relación con las diferentes modalidades de actividades ecuestres, he podido observar que la gran mayoría de los jinetes tenemos un conocimiento muy limitado de las diferentes embocaduras y sus usos en relación con nuestros animales.

            El propósito del presente artículo, es acercar a los jinetes una serie de conocimientos y observaciones, probadas y utilizadas por los grandes maestros a través de los siglos, acerca de la importancia que el tema reviste, esto con el fin de lograr siempre tener un mejor trato con nuestros caballos, y un mayor conocimiento de causa, lo que nos llevara a poder tomar decisiones más acertadas y lograr mejores resultados.

            En general, la conformación y estructura de las partes de la boca hacen que el uso de los diferentes tipos de embocadura tenga influencia directa en la intensidad y sensaciones percibidas por nuestro animal.

            Los caballos muestran diferencias considerables en la anatomía de sus bocas, por lo que es necesario conocerlas en lo particular y revisarlas periódicamente para poder evaluar su estado, lo cual nos evitará una gran cantidad de problemas.

            Básicamente, existen 7 puntos de influencia en la cabeza de los caballos sobre los que las embocaduras pueden incidir:

1.- La nuca.

2.- La nariz.

3.- La barbilla.

4.- La comisura de los labios.

5.- Las barras (dentro de la boca).

6.- La lengua.

7.- EL paladar.

 

En relación con las embocaduras, debemos hacer notar que en general se han dividido en 5 familias principales:

1.- Filetes.

2.- Frenos (tipo pelham, con puente).

3.- Doble brida (freno y filete).

4.- Bocados tipo gag (filetes de elevación).

5.- Hackamoras (cabeza sin bocado).

Filetes

            La mayoría de los caballos aceptan los filetes sin mayor problema. Su acción es solo dentro de la boca del caballo: la comisura de los labios, la lengua, las barras y en algunos casos el paladar. Prácticamente no ejercen acción directa sobre la nuca o la barbilla.

            Los filetes pueden diferir entre sí, no solo en su grosor, sino también en su forma, en el número de uniones y en el material utilizado. Los podemos encontrar en diversos materiales: niquelados, de acero inoxidable, de cobre, de acero al carbón, en plata alemana, bronce, forrados de hule o de materiales plásticos, esto últimos son usados en caballos lastimados, resentidos o particularmente sensibles.

            La embocadura de filete puede realizarse de dos maneras. Para el adiestramiento se usa un filete con aguja y una muserola articulada, mientras que para la monta en un terreno variado y para el salto de obstáculo se usa un filete sin agujas y una muserola ordinaria (el filete a la inglesa).

            EL filete a la inglesa, el más ampliamente usado en nuestro ambiente, se utiliza con una cabezada de muserola de una sola pieza, la cual pasa por encima de la comisura de los labios y reposa más alta sobe la nariz. Los filetes son agujas junto con la muserola articulada son especialmente indicados para la doma de potros, ya que la correa de cuero que debe pasar por debajo del filete impide al caballo abrir intencionalmente la boca o mover la mandíbula lateralmente, faltas que aparecen con frecuencia en los potros.

            Esta correa se opone igualmente a la falta del caballo, en la cual, cuando se tira de las riendas, cede solamente de la quijada, en lugar de ceder en la nuca, intentando así sustraerse de la flexión requerida. Esta embocadura es la base de un adiestramiento esmerado.

            Es necesario hacer notar que un filete trabaja correctamente sobre la boca del caballo si ha sido juiciosamente elegido, debe estar ajustado de forma que se encuentre lo más alto posible en la boca, pero sin comprimir la comisura de los labios. La muserola debe asentar sobre el hueso nasal y no pesar sobre el cartílago de la punta de la nariz la muserola debe apretarse por debajo del filete, de forma que el caballo no pueda abrir la boca excesivamente. Las apretada para los caballos que muevan constantemente las quijadas y menos apretada para los caballos con boca tranquila. El filete debe tener la anchura precisa para que no se mueva de un lado a otro de la boca, no debe ser demasiado corto, ya que esto lastimaría a comisura de los labios. Si fuere muy largo, se movería de lado a lado en la boca y sería muy inestable para el animal. Hay que tener en cuenta que entre más delgado sea el filete, más severa será su acción en la boca, y serán más recomendados para caballos con boca dura, en tanto que los filetes más gruesos son más indicados para bocas suaves, y se recomienda para caballos sensibles, particularmente para los que no hacen contacto fácilmente.

            Hay que hacer notar que los caballos que tienen una lengua gruesa o un canal estrecho en la mandíbula inferior o una combinación de ambas circunstancias, resisten mucho más la presión del filete sobre la lengua, y tratan de aliviarse pasándola por encima del filete, si lo permite la altura del paladar, esta falta suele corregirse usando una correa que no le permita abrir la boca además de la muserola, lo cual no siempre estará solucionado la causa del problema; en caso de que no pueda hacer esto, tratará de sacar la lengua por los lados, al inicio ocasionalmente, y después continuamente.

             La mayoría de los problemas con la lengua de los caballos están en relación directa al uso de las manos del jinete con mucha fuerza y/o a tensiones del caballo. El trabajar en mejorar la flexibilidad del caballo y cuidar tener un contacto suave con la boca es la mejor manera de resolver este problema. A veces también es de ayuda cambiar el material con el que está elaborado el filete.

Frenos

            Los frenos son instrumentos que ayudan al jinete a producir un efecto sobre la boca del caballo de mayor intensidad utilizando menor esfuerzo para el jinete, ya que trasmite la fuerza aplicada por la mano, y la multiplica debido al longitud de sus “patas” y al uso de la barbada. Su principio de funcionamiento se fundamenta en la palanca y actúan sobre los siguientes puntos de la cabeza: la nuca, las barras, la lengua, la barbilla y en el caso de los de puente alto, sobre el paladar.

            La potencia de un freno esta en relación directa a la diferencia de longitud entre las partes altas y bajas de la pieza, medidas desde el bocado, y al correcto ajuste de la barda o cadenilla. Por lo que en la elección del freno se debe siempre considerar las longitudes de las partes altas y bajas (patas) a partir del bocado, lo que nos da el efecto de palanca. Cuanto más corta se la parte alta de freno y más larga las patas, más severo el efecto del bocado, mientras que es más suave a medida que las dimensiones de las dos partes se acercan.

            Normalmente, las patas deben tener el doble de longitud que la parte alta. Como regla general, un freno con patas cortas nos sirve para caballos con boca sensible y con cuello bien conformado y flexible. Si tenemos un caballo con buen cuello y boca menos sensible, un freno con boca más delgado y patas cortas puede ser una buena elección. Un caballo con cuello rígido y boca sensible nos indicara usar un freno con bocado suave y patas más largas. Los caballos que tienen mucha dificultan en aceptar los frenos, en general se acomodan mejor con bocados sin puente, tipo barra.

La idea es que el bocado del freno descanse sobre las barras y no sobre la lengua, ya que, si este fuere el caso, la lengua seria comprimida entre el bocado y las barras, lo que causaría la lógica defensa del animal. Por tanto, la comprensión de la lengua debe ser evitada a toda costa.  En caso de caballos con lengua delgada y un espacio para ésta adecuado en la mandíbula inferior, casi todos los frenos pueden servir, ya que la lengua tiene espacio suficiente.

            Cuando el espacio para la lengua no es suficiente, se usan frenos con “puentes”, los cuales tienen que ser escogidos de acuerdo a cada caballo en particular. EL puente debe ser los suficientemente alto para promocionarle a la lengua el espacio que le permita no ser comprimida. Sin embargo, en la altura del puente debe considerarse también que no se toque el paladar del caballo, ya que esto causaría dolor al animal y el seguro rechazo y pelea con el freno, soliendo abrir la boca o mover la cabeza rechazando la embocadura.

            Asimismo, es importante observar como hace contacto el bocado con puente sobre las barras, si el ancho del puente es un poco mayor al de las barras, se hará contacto con las esquinas interiores del puente, causando una lesión casi inmediata sobre las barras.

Esto se puede remediar haciendo el puente con una figura conocida como “rana”, donde (figX) se deja espacio para la lengua y se procura hacer contacto adecuado sobre las barras sin lastimarla.

            También es importantísimo el uso adecuado de la canilla o barbada, ya que, si esta no es usada o no es apropiadamente ajustada, el freno no ejerce su acción de palanca, ya que no existe punto de apoyo. A demás sirve para mantener al freno en su correcta posición todo el tiempo el tiempo. La posición de la babada debe estar en relación directa con el tipo de mandíbula inferior y de su barbilla, debe hacer ligero contacto con la barbilla, generalmente se acepta que el espacio existente sea el del grosor de uno o dos dedos del jinete (foto con ajuste de barbada) Asimismo, para impedir que se mueva de lugar, se recomienda que el primer eslabón de la barbada que de ajustado a la altura del bocado. (diagrama Karl 1) por tanto, la cadenilla o barbada regulará la severidad del freno. Otro punto importante que debemos considerar es que los ganchos que sostienen la barbada deben “mirar” hacia delante, ya que, si los hacen hacia atrás, se pueden enganchar a los anillos del filete, haciendo nuestro equipo completamente inútil.

            El freno o bocado entero están diseñados según el principio de que normalmente el caballo cede siempre a la presión que siente. Pero este efecto de presión solo entra en juego sí la barbada está en su sitio. Ahí ejercerá su efecto de presión sobre la barbilla y debemos vigilar para que esta presión no sea mayor que la ejercida por el bocado sobre las barras, ya que el caballo siempre cede a la presión más fuerte. Si la presión es mayor en la barbilla, en lugar de encapotarse, el caballo levantará la cabeza se pondrá fuera de la mano. Para los caballos con barbillas menos carnosas y piel más sensible, se recomienda usar barbadas lo más lisas y anchas posibles o forrarlas de cuero o hule. También el largo de la babada es importante, en general es de una longitud de una vez y media a la longitud del bocado. Recomendando que sobre un eslabón de un lado y dos del otro.

Freno y Filete (brida; doble brida).

            La doble brida, brida o freno y filete consiste en el uso simultaneo dentro de la boca de caballo de un filete y un freno con o sin puente. La doble brida es por lo mucho el más completo bocado que un caballo puede llevar a lo largo de su entrenamiento. Este es usado para completar y refinar toda la doma a la que el animal ha sido sometido anteriormente. Mediante el uso del filete, y al ser usado con una mano suave y unas piernas sensibles, puede crear caballos con un alto grado de doma. Un caballo así entrenado responde inmediatamente a las más ligeras señales y nos da los elementos para desarrollarle el balance (equilibrio) y el poder necesario para tenerlo como resorte, ya que controlara mejor su centro de gravedad al llevar más peso sobre le posterior, teniendo disposición inmediata de la energía acumulada.

            Tan pronto como el caballo ha confirmado su educación en el filete y ha aprendido a desplazarse con equilibrio, soltando el cuello y flexionado con la nuca, con las piernas entrando por debajo del cuerpo, es el momento de introducir la doble brida. Este proceso se dividirá en tres partes:

1.-Introducción del nuevo bocado.

2.- Trabajo ligero con el nuevo bocado.

3.- Ejercicios más complejos.

            Es recomendable introducirlo algunos días antes de comenzar el trabajo de montado, lo que se le conoce como “colgar el freno”, que es la introducción del freno sin las riendas al estar en la fase final del trabajo con el filete, para que el caballo empiece a sentir el nuevo hierro en la boca, usando la barbada en su sitio desde este momento.

            La diferencia entre el trabajo de freno y el filete reside en su aplicación y operación. Diseñado para incurvar al caballo lateralmente, el filete fluye principalmente sobre los músculos del caballo, mientras que el freno tiene más efecto sobre el esqueleto y las coyunturas. El efecto del freno y filete en conjunto trabajara en los siguientes puntos de la cabeza del caballo: la nuca, la barbilla, las barras, la lengua y la comisura de los labios.

            Usada adecuadamente, la influencia del bocado nunca debe ser superada por el efecto de la barbada, como ya expusimos anteriormente, esto es, que la barbada no debe activarse antes de que el bocado trasmita la presión sobre la boca, por lo que el ajuste de la barbada siempre será de máxima importancia. La experiencia nos señala que mientras más suelta quede la barbada, induce a los caballos a apoyarse más sobre el bocado, mientras que las babadas estrechamente ajustadas los pondrán por detrás se la mano con más facilidad y los hará llevar la cabeza demasiado baja.

            Antes de terminar, quiero hacer la observación de la gran importancia que tiene el poner y quitar cualquier embocadura en nuestro ejemplar. Es importantísimo que, al hacerlo, no se toquen o golpeen los dientes, ya que esto les causa un gran dolor, con lo cual van aprendiendo a defenderse a la hora de llevarlo a cabo. Deberemos tomar con una mano la parte superior de la cabezada, sacarla detrás de las orejas y dejar que el caballo la vaya botando a voluntad, de modo que no la lastimemos.

            Otra observación que les puedo hacer es la de forrar los frenos que usamos con nuestros animales cuando lo consideremos oportuno. Para esto existen materiales como el látex, que viene en forma de venda, con el cual podemos forrar el bocado fácilmente. En caso de no encontrarlos, lo que podemos hacer es utilizar algodón plisado, del que se usa para curación, y en seco forrar el bocado como si aplicáramos una venda, luego lo apretamos con el puno y al estar en su sitio, lo empapamos con agua, de este modo quedará forrado fácilmente y protegerá la boca del caballo. En caso necesario, se puede cambiar cuantas veces queramos.

            También le sugiero revisar constantemente la comisura de los labios, en caso de que haya rozaduras o cortes, se debe a que sé está pellizcando con el uso del freno, para esto se usa la protección de las llamadas “donas” de hule que se venden en cualquier talabartería. Si no se encuentran, se pueden fabricar fácilmente con cuero o con hule. Asimismo, es muy importante no cortar o rozar la barbilla, ya que por lo que les sugeriría forrar la barbada con cuero, látex o plástico.

 

Bibliografía: Alois Podhajsky, la equitación. General decarpentry, academic equitation, toni webber, mouths and bits. Karl mikolka, the double bridle. German national equestrian federation, the principles of riding.