LAS BONDADES DE LA PITAYA, EL FRUTO DEL DRAGÓN

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Aunque nuestro país esté repleto de frutas de diferentes formas, tamaños y sabores, el mundo todavía mantiene ocultas a nuestros ojos otras muchas variedades de increíble belleza. La pitahaya o fruta del dragón es una de ellas. Esta especie, perteneciente a la familia de los Cactaceae, proviene de las zonas más tropicales de Centroamérica, más concretamente de México, Colombia, Bolivia, Perú o las Antillas.

La pitahaya o fruta dragón, es una fruta exótica de color intenso, rojo oscuro, rosa o amarillo, con un interior que puede ser de color blanco o rosa, en función de la variedad de cactus de la que sea recogida. Su sabor es extremadamente dulce y con un toque que recuerda al kiwi.

Compuesta principalmente de agua, la pitahaya contiene importantes minerales como hierro, calcio y fósforo, así como infinidad de vitaminas (vitaminas B1, B2, B3 y C) perfectas para mantener nuestro organismo sano. De hecho, está especialmente indicada para las personas que sufren de elevado colesterol y para aquellas que están preocupadas por fortalecer su sistema inmunológico.

La fruta del dragón se divide en dos especies principales: la H. triangularis o pitahaya amarilla y la H. ocamposis o pitahaya roja. Cada ejemplar presenta sus propias ventajas e inconvenientes, aunque ambas disfrutan de una gran acogida en lo que a consumo se refiere. La pitahaya roja es mucho más atractiva a la vista gracias a una piel de color rosa intenso, sin embargo, es más frágil y delicada, sobre todo a la hora de transportarla y manejarla durante el mercadeo. En cambio, la pitahaya amarilla ofrece mejores posibilidades comerciales por su resistencia e increíble sabor, pero también es menos perecedera.

El cultivo de la pitaya es una alternativa para el desarrollo económico regional ya que las plantaciones generan empleos y proporcionan valor agregado a los terrenos. Los frutos tienen buena aceptación y alcanzan precios competitivos en los mercados tanto nacionales como de exportación y está considerado por la SAGARPA como un buen sistema de agronegocios de traspatio. Sin embargo, a pesar de estos beneficios, están subutilizados y no se conoce la diversidad genética para el mejoramiento de este recurso.

En México se encuentran plantaciones en zonas naturales en las que las pitayas son sembradas sobre árboles nativos como en Tehuacán, Puebla o en zonas de bosques tropicales secos donde se siembran sobre tutores naturales y se cubren con malla, bajo sombra en el programa Produce, en Sinaloa. En la Península de Yucatán se han reportado varios genotipos que se cultivan en los huertos familiares y que difieren en características vegetativas, florales y del fruto. En esta región es donde se producen más de 500 toneladas anualmente.

Dado que las pitayas son hemiepífitas crecen sobre árboles de diversos bosques o son sembradas en zonas naturales o en huertos familiares sobre tutores nativos, por lo que su cultivo favorece el aprovechamiento y la conservación de los bosques preservando la biodiversidad.?

 

Como ya hemos visto, una de las propiedades más importantes de la pitahaya es su alto contenido en vitamina C. Esta tiene “una acción antioxidante, favorece la resistencia a las infecciones, así como la absorción del hierro de los alimentos.

FUENTES: Fruta: Todo lo que hay que saber sobre la pitahaya, la fruta del momento (elconfidencial.com)

La pitaya: un fruto que puede cultivarse sin eliminar la vegetación (inecol.mx)