AFRICANIZACIÓN DE LA ABEJA Y SUS ORIGENES

img

Muchas especies de abejas recogen el néctar que luego convierten en miel y lo almacenan como fuentes de alimento. Sólo las abejas que viven en grandes colonias almacenan cantidades de miel considerables; entre éstas tenemos: las abejas del género Apis (abejas melíferas), Trigona Melipona (Meliponas) que la gente ha aprendido a conocer con el pasar del tiempo como productoras de miel. Hasta el siglo XVII la miel de abeja era la única sustancia dulcificante comúnmente disponible.

Las abejas melíferas más ampliamente usadas son las razas europeas de Apis mellifera, una especie de abeja que se encuentra también de África y el Medio Oriente. Las abejas melíferas no son originarias de las Américas, Australia, Nueva Zelanda ni de las islas del Pacífico, pero durante los últimos cuatro siglos han sido introducidas razas europeas en todas estas Regiones. Durante los últimos 30 años.

Las Apis mellifera originarias del África tropical son un poco más pequeñas que las europeas y su comportamiento es muy diferente. Son mucho más sensibles al peligro y salen de los panales para defenderlos. Las abejas melíferas tropicales tienden más a abandonar sus nidos o colmenas cuando son importunadas porque la posibilidad de sobrevivir es mayor en los climas tropicales. En algunas Regiones los enjambres de abejas melíferas emigran estacionalmente.

EXISTEN ESPECIES ORIGINARIAS DE AMÉRICA?

No hay razas de abejas melíferas originarias de las Américas. Su nicho ecológico está ocupado por muchas diferentes especies de abejas sin aguijón que fueron, y en algunas áreas todavía son, explotadas por su miel que es de particular importancia por sus propiedades medicinales. No sabiendo nada de estas abejas indígenas, los colonizadores europeos llevaron abejas europeas al nuevo continente, sobre la base de las cuales se empezó a desarrollar la industria. En 1956 fueron introducidas algunas reinas de Apis mellifera africana en Brasil. Estas abejas sobrevivieron mejor en el Brasil tropical que sus predecesoras europeas, volviéndose en poco tiempo dominantes. Son conocidas como 'abejas asesinas' por los medios de información y se han extendido a lo largo de América del Sur y Central y el sur de los Estados Unidos. Presentan muchas de las características de las abejas melíferas africanas, lo que ha producido un cambio necesario en la gestión de las actividades de apicultura, en la búsqueda de mejores rendimientos para los apicultores.
Las abejas africanizadas son las abejas más peligrosas del planeta. Son híbridos procedentes del cruzamiento de la subespecie natural africana Apis mellifera scutellata con abejas criollas naturalizadas del continente sudamericano, pertenecientes a varias subespecies.

La Abeja Africanizada tiene varias características de la abeja africana original, por lo cual puede reproducirse rápidamente y los zánganos fecundan a las reinas de las colmenas europeas, convirtiendo las nuevas colonias en africanizadas.

Popularmente se les ha dado a las abejas africanizadas el nombre incorrecto de "Abejas Asesinas, debido a que tienen un sentido de defensa muy fuerte, característica que las ha convertido en abejas mucho más agresivas. A partir de la huida de las primeras reinas y enjambres de las abejas africanas, se han producido muchísimas muertes de animales domésticos y personas, debido al ataque de tales abejas, sobre todo cuando las colonias han sido molestadas accidentalmente.

La particularidad de estos híbridos es su acentuado comportamiento defensivo, altamente heredable, describiéndose como muy agresivos ante molestias. Atacan en cantidad, muy velozmente y siguen a su víctima hasta a 900 metros de su colmena o enjambre. Este comportamiento ha provocado en América numerosas muertes de personas, incrementándose anualmente el número registrado de víctimas.

El veneno está formado por una mezcla compleja de fracciones: fosfolípido; hialorunidasa; melitina; fosfatasa ácida; alérgeno C; además de histidina, histamina y otros componentes menores. La glándula de veneno de este híbrido es mayor al de las razas de abejas europeas: 147 versus 94 µg. La gravedad del envenenamiento depende de la sensibilidad individual y del número de picaduras infringidas.

Así, en un sujeto hipersensible puede ocurrir la muerte con una sola picadura, pero ha habido supervivientes de 500 picaduras. El veneno causa reacciones alérgicas y efectos tóxicos.

FUENTE: www.fao.org/3/y5110s/y5110s04.htm