Amortiguando el impacto económico del coronavirus mediante la aplicación específica de enzimas en nutrición animal.

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Autor: Diego Parra Perez, Gerente Tecnico EMEA de AB Vista.  

El Covid-19 ha supuesto y supone un gran abanico de retos para la industria agroalimentaria. Las relaciones entre oferta y demanda de proteína animal se han visto claramente afectadas debido al cierre perimetral de regiones y países, el confinamiento y la pérdida del turismo y el canal HORECA (hostelería, restauración y catering). Por ello, en los últimos meses, hemos podido comprobar el poder de adaptación que está teniendo la industria agroalimentaria.

En otros muchos sectores, las empresas han tenido que cerrar temporal o permanentemente. Sin embargo la producción agroalimentaria ha seguido adelante con todos los esfuerzo que ello ha conllevado, debido al carácter esencial y de primera necesidad que tiene este sector. 

No solo se ha aprendido a vivir en confinamiento, sino que nos hemos adaptado a la llamada “nueva normalidad”. En este contexto, las empresas también han tenido que adaptarse a la nueva situación, ya que en mayor o menor grado, ha afectado a los resultados económicos de la mayoría del sector.

Desde las empresas de nutrición animal, nuestra principal función es poder proporcionar estrategias, servicios y productos con el fin de producir proteína animal de la forma más eficiente posible. Éste siempre ha sido el objetivo, pero se acentúa más en tiempos difíciles, como el actual.  

La alimentación del ganado supone entre el 65% y 70% del coste total de la producción, por lo tanto, es un parámetro para evaluar de forma exhaustiva por parte de los productores. En el contexto de pandemia actual, se hace aún más importante la estrategia de utilización de enzimas para incrementar el máximo nivel de liberación de nutrientes desde las materias primas.

La utilización de fitasas, para romper las moléculas de fitato, así como la utilización de carbohidrasas, concretamente xilanasas para romper las cadenas de arabinoxilanos (AX), es de especial interés a la hora de alcanzar una reducción en los costes de fabricación de piensos compuestos.

 Por ello, desde AB Vista, se ofrece la estrategia de la matriz máxima nutricional (MMN).

Esta estrategia consiste en la utilización conjunta de fitasa y xilanasa en el pienso con el fin de extraer la mayor cantidad posible de nutrientes desde las materias primas, utilizando una matriz mineral, energética y de aminoácidos para formular, reduciendo el coste del pienso, sin penalizar en los resultados productivos.

Gracias a la acción entre la fitasa y la xilanasa, así como el mayor conocimiento que se tiene de los sustratos hoy en día, se lleva a cabo: la destrucción de las moléculas de fitato, una reducción de la viscosidad intestinal y una mejora de la fermentación de fibra. Todo ello conlleva una eliminación de factores antinutricionales y por consiguiente a una mejora en la digestibilidad de los nutrientes, lo que reducirá de forma significativa el precio por tonelada de pienso, sin afectar a los rendimientos productivos de los animales. De esta forma, conseguiremos finalmente el abaratamiento del kilogramo final de proteína animal.

Además, permite una mayor sostenibilidad del medio ambiente al verse disminuidos las emisiones de CO2, nitrógeno y fósforo, debido a una mayor eficiencia de utilización de las materias primas debido al uso de enzimas.

Cuando se utiliza la estrategia de MMN, se pueden conseguir grandes ahorros económicos debido a la liberación total de nutrientes presenten en las materias, sin embargo, la mayoría de los nutricionistas son reacios a utilizar los valores de la matriz completa suministrados por los proveedores de aditivos, aplicando a menudo importantes márgenes de "seguridad". Además, está claro que, aunque un valor de la matriz para un aditivo puede ser 100% correcto, no significa que se pueda aplicar dicha matriz en dietas en las que se utiliza más de un aditivo: ¡Los valores de la matriz de aditivos no son aditivos! Esto se debe a que el primer aditivo en uso mejora la utilización de los nutrientes, lo que entonces deja menos espacio para la mejora del segundo aditivo y así sucesivamente. Un enfoque típico es utilizar el 80% de los valores de la matriz combinada de una combinación de aditivos, por ejemplo, cuando se calcula con fitasa y xilanasa en una dieta.

Como ejemplo práctico de la estrategia de MMN, se han llevado a cabo extensos ensayos de validación a nivel mundial con pollos de engorde y los resultados muestran, en promedio, un ahorro de unos 8 euros por tonelada de pienso, dependiendo del precio de las materias primas en ese momento entre una estrategia conservadora y una estratega de MMN.

Ensayo en avicultura de carne.

En este ensayo se estudia el efecto del concepto MMN en avicultura de carne mediante la evaluación de cuatro tratamientos.

1) Control positivo, donde no se usan enzimas y todos los requerimientos nutricionales son aportados mediante los ingredientes; 2) Control  industrial, con una estrategia conservadora en el uso de dosis de enzimas y matriz de formulación, donde se empleó solamente una matriz mineral (fósforo, calcio y sodio) para fitasa y energía para la xilanasa; 3) Control negativo, empleando la estrategia de MMN (utilización de la matriz de la fitasa y la xilanasa: mineral, energía, proteína y aminoácidos) pero sin incorporar enzimas; y, 4) Estrategia MMN, (utilización de la matriz de la fitasa y la xilanasa: mineral, energía, proteína y aminoácidos) y con la adición de enzimas.

En el ensayo se puede comprobar como la utilización conjunta de una xilanasa y una fitasa, aplicando una matriz de formulación mineral, de aminoácidos y de energía, permite obtener los mismos resultados productivos que en un control positivo o estrategias más conservadoras (Tabla 1), pero con un gran impacto en el coste del alimento y por tanto en el coste del kilogramo producido de carne.

 

Table 1. Resultados productivos de los diferentes tratamientos.

 

Control Positivo

Control Industrial

Control Negativo

MMN

Valor P

Peso vivo, g/ave

3,539a

3,549a

2,868b

3,509a

<0.001

Consumo pienso, g/ave

5,047a

5,126a

4,413b

5,149a

<0.001

IC, g:g

1.426c

1.444bc

1.538a

1.468b

<0.001

Viabilidad %

97.4a

96.9ab

92.2b

99.0a

0.007

EPEF

576a

567a

409b

564a

<0.001

Coste pienso/ pollo

100.0a

97.6b

98.4ab

94.3c

<0.001

 

Gráfica1: Diferencia porcentual comparado con el control positivo.

Se observa una clara diminución en el coste del pienso al utilizar la estrategia de MMN. Debido a la utilización conjunta de fitasa y xilanasa y la aplicación de matrices en minerales, aminoácidos y energía. La estrategia conservadora mejoró en un 2.4 % el coste del pienso comparado con el control positivo, mientras que la estrategia de MMN mejoró el coste del pienso en un 5.7 % comparado con el control positivo.

A modo de ejemplo, si un ave se alimenta con 5 Kg de pienso durante su ciclo, y el precio del pienso pudiera ser de 300 euros/tonelada, una integración avícola que esté produciendo 500.000 aves a la semana, el ahorro de costes debido a la reducción del coste del pienso sería de unos 18.000 euros en la estrategia conservadora y de 42.750 euros en la estrategia MMN por semana, siendo la diferencia entre la estrategia MMN y la conservadora de unos 24.750 euros por semana.

 

Gráfica 2: Coste relativo de la alimentación (%) en comparación con el CP. Gráfico 3: Coste del pienso (ejemplo de integración que  produce 500.000 aves a la semana).

Por ello, desde las empresas de nutrición animal, se pretende ofrecer estrategias flexibles que ayuden a obtener unos mejores resultados económicos gracias al avance del conocimiento del tipo de producción que estamos haciendo, extrayendo los máximos nutrientes posibles y aportando la mayor rentabilidad a la producción animal.  Esto se debe principalmente a los avances en la comprensión de los modos de acción de las enzimas y el contenido de los sustratos de los alimentos, resultado de las mejoras en los métodos analíticos. Los productores pueden ahora medir el nivel de fitato en las dietas, así como el perfil de fibra de sus materias primas utilizando la tecnología NIR. Además, pueden determinar la actividad enzimática en los alimentos de forma rutinaria, asegurándose de que existen procedimientos de garantía para extraer con confianza el máximo valor de las estrategias avanzadas de aplicación de las enzimas.

Fuente: AB Vista