La crianza de patos es también una forma de agronegocio que va en la línea de la diversificación de la avicultura. Y por ello figura en las alternativas de proyectos productivos apoyados por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER Jalisco).
Así lo expresa el responsable del despacho de esta secretaria, Salvador Álvarez García, quien puntualiza que la crianza de aves distintas a las gallinas, es también motivo de apoyos a productores que aprovechen las ventajas que se tienen en los programas de fomento y sus respectivas reglas de operación. También resalta este funcionario que estos proyectos deben encuadrarse en el cumplimiento de los parámetros de bienestar animal y la normatividad en las políticas zoosanitarias. Un ejemplo de un proyecto de crianza de patos se tiene en la granja de Acatlán de Juárez del productor José Daniel Rodríguez Corona, quien afirma que hay un panorama de buenas oportunidades de negocio con esta especie.
Explica que la carne tiene demanda en la gastronomía gourmet. Cita los ejemplos de platillos como el pato a la naranja o a la manzana en comidas europeas, o en el pato en varias cocinas asiáticas, como la carne laqueada. Hace mención que en su granja se manejan dos especies: la Moscovi y el Pekinés, lo que supone un ciclo de crecimiento de 12 a 14 semanas para mandar el animal al sacrificio en una talla comercial. Detalla que el precio salido de granja del pato varía entre los 180 y los 220 pesos, un monto competitivo ante cortes finos de otros animales. En cuanto al precio del huevo al salir de la unidad productiva, refiere que tiene un precio de cuatro a cinco pesos por pieza. Expone que en los mercados populares se tiene la principal demanda de este alimento, muy combinable con chocomiles y licuados al gusto.
Rodríguez Corona destaca que la crianza del pato requiere, como ocurre con otras especies, de condiciones de sanidad e inocuidad, además de garantizarle un mínimo de comodidad a la especie para que no se generen condiciones de estresamiento para las aves. Abunda que lo deseable es que la crianza combine condiciones de confinamiento y pastoreo. El anacultor añade que el reto asumido es incidir en que la carne de pato se popularice y se vea como alternativa de consumo cotidiano, máxime que esta especie es un animal muy resistente ante las epizootias.
EL DATO: En el ámbito regional el pato Muscovi se ha orientado a la producción de carne y el pato Pekinés al huevo.
Anacultura es el vocablo técnico de la crianza tecnificada del pato.
Fuente: https://sader.jalisco.gob.mx/prensa/noticia/3552