A principios del siglo XIX, se mandaron a Inglaterra algunos perros "multifunción" utilizados en Norteamérica (principalmente en Canadá) por cazadores. Muchos de estos perros de agua eran del tipo terranova, pero los más pequeños solían designarse como perros de St. John. En Inglaterra, la raza se desarrolló y mejoró (probablemente con aportaciones de retrievers de pelo liso) hasta convertirse en la raza que reconocemos en la actualidad.
Tal y como se especifica por su nombre (retriever significa ‘recuperador’ o ‘rescatador’), los labradores retrievers se criaban y seleccionaban por sus destacadas capacidades de rescate, especialmente en el agua. Han trabajado como compañeros de cazadores de patos en todo tipo de condiciones y climas. Su inteligencia y deseo de trabajar como compañero del hombre lo ha hecho merecedor de muchas otras tareas. En la actualidad, los labradores sobresalen como perros de apoyo y perros guía, mascotas familiares, perros de rastro para militares, perros de aduana y de cuerpos especiales para incendios provocados, perros de búsqueda y rescate, así como compañeros para cacerías y perros de trabajo.
Los labradores retrievers son perros de constitución robusta y compactos. Su aspecto es prácticamente cuadrado, con un cuerpo fuerte y patas robustas. La altura máxima para un macho es 60 cm, lo que los sitúa en la categoría de perros de tamaño medio, aunque debido a su constitución robusta parecen mucho más grandes. El peso oscila entre los 38 kg en un macho grande hasta los 25 kg en una hembra, más pequeña. Los perros criados para la línea de campo suelen ser más altos y algo más delgados de constitución
Los labradores se reconocen fácilmente por su cabeza ancha, orejas caídas y ojos grandes y expresivos. Dos características del labrador son su doble capa de pelo grueso pero bastante corto, muy resistente al agua, y la conocidísima "cola de nutria". La cola es gruesa y robusta y sale de la línea superior casi recta. Los pies se describen como con "membrana interdigital", ya que tienen una piel más larga entre los dedos que los ayuda a nadar. El color puede oscilar desde el negro pasando por el chocolate hasta un rojo/amarillo e incluso casi blanco.
El labrador retriever es una raza que madura a un ritmo moderadamente rápido, ya que alcanza su altura de adulto entre los seis y los doce meses de edad, aunque puede seguir ganando peso hasta los dos años de vida. Muchos alcanzan los 12 o 14 años de edad.
Personalidad
Por lo general, los labradores retrievers son excelentes perros de familia, siempre que tengas en cuenta que necesitan hacer ejercicio y recibir adiestramiento. Son perros criados para trabajar y trabajan duro, y les encanta que les asignen tareas, especialmente de rescate.
Los labradores suelen llevarse bien con los demás perros, otras mascotas y niños, siempre que el adiestramiento haya atenuado su exuberancia natural. Son perros fuertes y necesitan cierto adiestramiento en obediencia desde una edad muy temprana para evitar que acaben arrastrando a sus propietarios por la calle cuando les parezca.
Dada su naturaleza enérgica, los que se quedan solos o no practican suficiente ejercicio pueden adoptar comportamientos destructivos mordiendo, excavando y ladrando de forma excesiva.
Siempre hay que recordar que los labradores son perros de agua por naturaleza, y desde muy pequeños los cachorros muestran un fuerte deseo de llevar consigo cosas y una fuerte atracción por el agua, incluso por los charcos.
FUENTE: Labrador retriever - Razas de perros - Características y personalidad | Hill's Pet (hillspet.es)