FACTORES QUE FAVORECEN EL BIENESTAR Y SALUD REPRODUCTIVA EN GRANJAS DE CERDOS

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Por: Alejandro Córdova-Izquierdo1*, Juan Eulogio Guerra-Liera2, Rubén Huerta-Crispín3, Carlos Bedolla-Cedeño4 Adrian Emmanuel Iglesias Reyes1, y Raúl Sánchez Sánchez5 1Departamento de Producción Agrícola y Animal. Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco, México, D.F. [email protected]. 2Facultad de Agronomía. Universidad Autónoma de Sinaloa, México. 3Facultad de Veterinaria. Benemérita Universidad autónoma de Puebla, México. 4FMVZ-UMSNH, México. 5Departamento Reproducción Animal. Instituto Nacional de Investigación Tecnología Agraria y Alimentaria. Madrid, España.

RESUMEN

El bienestar animal (BA) es una condición ideal para la salud reproductiva en los animales de granja, cuyo resultado es la aplicación de normas específicas, adecuadas y posibles, sobre los sistemas y procesos involucrados a lo largo de toda la cadena productiva, que permiten a los animales reproductores, tanto hembras como machos, vivir en las mejores condiciones posibles, sin padecer sufrimientos físicos o psicológicos innecesarios. Para todos los animales y en especial para aquellos cuyo destino es proveer de fuente de alimentos al hombre, como es el caso de los animales productivos de granja; se intensifica el compromiso ético de brindarles a lo largo de su vida reproductiva-productiva las mejores condiciones posibles de instalaciones, genética, sanidad-higiene, manejo, alimentación y cuidados en general. Los productores, médicos veterinarios, así como la sociedad en general, conscientes del cuidado de los animales, saben la importancia de conocer los aspectos de BA y salud reproductiva de los animales productivos ya que la fisiología, el desarrollo y el comportamiento de estos animales, son afectados por las malas condiciones ambientales, de producción y de manejo en general. En este trabajo, se describen aspectos de gran importancia a tomar en cuenta para el BA y salud reproductiva de los animales productivos, también, se indican algunas alternativas para lograrlo.

Cama: Cualquier modificación del ambiente produce cambios en la conducta social de los cerdos, que se traducen en tensiones agresivas entre los mismos, las cuales pueden ser minimizadas, pero no eliminadas, con la utilización de cama, que entretiene a los animales y aporta una estrategia para evitar peleas entre ellos (Sutherland et al., 2006). El uso de cama para los animales no es de uso frecuente en las unidades de producción porcinas; pero, puede contribuir con lo siguiente: 1. Confort físico, absorbiendo la humedad causada por heces, orina y agua. 2. Aislamiento térmico del piso principalmente en invierno;3. Recreación, provee glandes oportunidades de entretenimiento, reduciendo las y las agresiones entre ellos; 4. Previene el riesgo de lesiones pódales y cojeras.

Alimento, cuando es de paja, dado que los cerdos suelen consumir cantidades apreciables de la misma (Muñoz, 2002; Kanis et al., 2004; Leek et al., 2004).

Temperatura: garantizar una temperatura de 15ºC, para los animales adultos y para los lechones 30oC. En términos generales, el cerdo adulto es insensible al frío, debido al grosor de la piel; sin embargo, si la temperatura ambiental es superior a los 30ºC, se debe proporcionar refrigeración externa -baños, aspersores, rociadores-, para proveer confort térmico. Así como ofrecer sombra suficiente, o agua y barro para que el animal, pueda refrescarse. De lo contrario, el calor puede afectar negativamente el bienestar del animal (Fialho et al., 2004).

Ventilación: verificar entradas y salidas de aire, medir los gases en diferentes niveles y medir las corrientes de aire; además, verificar el sistema de desechos orgánicos, cuyos efectos se reflejan el bienestar de los animales (Leek et al., 2004).

Iluminación: exposición a una luz de intensidad mínima de 40 watts durante un período mínimo de ocho horas al día (Kanis et al., 2004).

Ruido: La intensidad del ruido, se mide en decibeles (dB) y para garantizar el bienestar de los animales, el ruido en las unidades de producción animal, no debe rebasar los 140dB (2003; Schön et al., 2004).

Superficie del suelo: Debe ser adecuada a la especie y raza del animal, así como a la etapa zootécnica de los animales Los sitios los machos deben estar ubicadas y construidas de tal manera puedan darse vuelta, oír, oler y ver a los demás animales de la unidad de producción, sobre todo a las hembras de la unidad de producción (Leek et al., 2004).

Acceso al agua: Disponer de cantidad suficiente, limpia y fresca permanentemente, sobre todo en épocas de calor; por ejemplo, las cerdas lactantes, necesitan un flujo de agua de al menos 2 litros/minuto, ya que en su pico de lactancia, puede beber más de 40 litros de agua al día (Chapinal et al., 2005; Sutherland et al., 2006).

Alimentación: Garantizar que todos los animales se les alimente al menos una vez al día; sobre todos cuando el sistema de alimentación es automático (Kanis et al., 2004; Sutherland et al., 2006).

RELACIÓN DEL MANEJO Y NIVELES DE CORTISOL SOBRE EL PORCENTAJE DE FERTILIDAD EN ANIMALES PRODUCRTIVOS

El hombre le impone al animal el ambiente físico, social y cognoscitivo; la conducta, acciones y/o actitudes del entorno de los cerdos actúan o afectan su comportamiento (Córdova et al., 2004). El encargado del manejo, es un potencial de estrés para los animales; puede inducirles reacciones de aversión y miedo, las cuales si se mantienen pueden hacerse crónicas, provocar pérdidas de salud y rendimientos, por el aumento de niveles de cortisol en sangre (Muñoz, 2002), en donde el desempeño reproductivo (ver siguiente tabla) es afectada negativamente, en términos de detección de estros, servicio efectivos y partos normales; bajando la productividad general (Muñoz, 2002; Schön et al., 2004).

Efecto del tipo de trato dado por el hombre a temprana edad sobre los rendimientos reproductivos:

ALTERNATIVAS PARA MEJORAR BIENESTAR Y SALUD REPRODUCTIVA DE LOS ANIMALES PRODUCTIVOS

1. Animales:

-Organizar lotes, tratar que los grupos sean lo más homogéneos posibles en peso y edad, ya que la posición social dentro del grupo tiene un efecto marcado sobre el bienestar y reproducción de los animales (0'Connell et al., 2004).

-Considerar que los lotes no sean muy grandes, en donde las jerarquías sean complejas y no cambiar animales de un lote a otro, cuando ya están socialmente estabilizados (Muñoz, 2002; 0'Connell et al., 2004).

-Verificar y mantener constantemente el estado de salud de los animales, mediante programas la implementación de prácticas adecuadas de higiene y sanidad (Muñoz, 2002; Wellock et al., 2004).

2. Alimentación:

* Proporcionar una alimentación balanceada en cantidad y calidad.

* Reducir los cambios alimenticios bruscos al mínimo posible.

* Cuidar que todos los animales se alimenten al mismo tiempo.

* Tratar que el momento de la alimentación no sea una situación de estrés.

* Alimentar a los animales a voluntad, de preferencia con comederos automáticos (Wellock et al., 2004; Muñoz, 2002; 0'Connell et al., 2004).

3. Personal:

* Emplear personas que les guste trabajar con animales.

* Garantizar que el personal cargado de los animales posea sólidos conocimientos tecnológicos, del sistema de explotación implementado, de las características de los animales, etapa productiva y reproductiva, y en general, del manejo que se debe implementar en la unidad de producción (Muñoz, 2002).

4. Ambiente:

* Proporcionar ambiente físico y climático lo menos agresivo posible.

* Realizar la menor cantidad de modificaciones posibles en la reagrupación de lotes, de cambios de naves y/o corrales y de tipo alimento (Wellock et al., 2004).

5. Social:

* No realizar juntas las siguientes actividades: destete, cambio de las naves establecimiento, formación de lotes, vacunación, marcación, etc.

* Verificar que se realicen ritmos de actividades de manejo habituales (Muñoz, 2002).

BILIBOGRAFÍA

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Sutherland, M. A; Niekamp. S. R; Rodríguez-Za, S. L; Salak-Johnson, J. L. 2006. Impacts of chronic stress and social status on various physiological and performance measures in pigs of different breeds. Journal Animal Science. Vol. 84, Nº 8: 588-596.

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