Propiedades de los huevos

img

El huevo cuenta con todos los nutrientes necesarios para el desarrollo de los polluelos, por lo que se trata por fuerza de un alimento bastante completo. Tanto la clara como la yema contienen una parte sustancial de proteínas de alto valor biológico. Se consideran así por la cantidad y equilibrio entre los aminoácidos que las componen, al extremo que son el estándar de referencia en los estudios de nutrición. 

Con efectos beneficiosos para la salud

La yema es asimismo rica en grasas, pero también de la mejor calidad: el contenido conjunto de ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados supera ampliamente al de grasa saturada y su aporte de ácido oleico, linoleico y omega 3 tiene un gran interés por sus efectos beneficiosos en la salud.

Además, el huevo es la principal fuente que tenemos de colina, compuesto necesario para distintos procesos metabólicos. Y nos provee generosamente de vitaminas, así como de luteína y zeaxantina, carotenoides con acción antioxidante a los que se atribuye capacidad para prevenir la degeneración macular y enfermedades coronarias como el infarto cerebral. ¿Y la huevina? Es el nombre popular de los productos de huevo pasteurizado. El tratamiento térmico elimina bacterias y su uso es obligatorio en hostelería para aquellas recetas en las que no se llegue a alcanzar los 65º.

¿Cuántos huevos se pueden comer a la semana?

Es un alimento bastante nutritivo. Contiene proteínas tanto en la clara como en la yema. La clara se compone de muchas vitaminas y aporta entre un 10% y un 20% de la cantidad diaria recomendada de vitaminas A, D, E y K. Los huevos también tienen minerales, como fósforo, selenio, hierro y zinc.

Mito del colesterol

En 1973 la Asociación Americana del Corazón recomendó limitar su ingesta semanal a tres unidades por su alto contenido en colesterol (200mg por huevo) y los responsables sanitarios transmitieron esa instrucción a la población. Múltiples estudios posteriores, sin embargo, han desmentido esa idea.

Cualquier alimento tomado puede ejercer un efecto negativo en la salud del consumidor. En el caso de los huevos no se debe abusar tampoco. Pero tomar un huevo cada día no aumenta el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares y tampoco eleva el nivel de colesterol en sangre en personas sanas, como afirman algunas creencias populares.

Por tu seguridad, cuidado con las yemas crudas

Todas estas virtudes pueden convertirse en un riesgo si el alimento se manipula de forma inadecuada. Por eso hay que hacerlo con escrupulosidad. El tratamiento térmico tiene especial importancia, tanto desde el punto de vista nutricional como sanitario. El calentamiento no solo facilita la digestión de las proteínas de la clara, sino que ayuda a liberar vitaminas y minerales y destruye posibles microorganismos contaminantes.

De hecho, no es recomendable, consumir grandes cantidades de huevo crudo. Es más, este contiene una sustancia denominada avidina que puede originar una deficiencia vitamínica al bloquear la absorción de biotina, problema que se ha observado en culturistas que toman abundante clara cruda.

Pero es que el calor también se recomienda para evitar intoxicaciones como la provocada por las bacterias salmonella. Alcanzar una temperatura de 70 °C al menos durante un par de minutos en todo el alimento garantiza su eliminación. Una vez cocinados, no obstante, lo más prudente es refrigerarlos si no van a comerse en un breve espacio de tiempo y volver a alcanzar esa temperatura al recalentarlos.

En último término, la forma de preparación del huevo también influye en sus propiedades nutricionales: el huevo frito aporta más calorías y grasa que si lo cocinamos hervido o pasado por agua. Y recuerda que la yema es la parte más calórica. Es decir, cien gramos de solo yema tienen más calorías que cien de huevo completo.

Tipos y valores nutricionales

Los huevos que se venden habitualmente en las tiendas están clasificados por su calidad y su peso y tamaño, aunque en los establecimientos únicamente los encontraremos de categoría A, que es la mejor. Los de categoría B presentan algún defecto y sólo se utilizan en la industria alimentaria, no se ponen a la venta en las tiendas.

Por peso y tamaño podemos encontrar huevos talla XL, que son los de más de 73 gramos; de categoría L, los de entre 63 y 73 g; los M, de entre 53 y 63 g; y los P, de menos de 53 gramos.

En ocasiones algunos huevos indican en el envase las palabras Extra o Extrafrescos, lo que indica que se ponen a la venta durante los 9 días siguientes a su puesta.

Significado de los códigos

Los huevos lucen un código que indica el tipo de cría de las gallinas ponedoras y que se cifra del 0 al 3:

0 para gallinas ecológicas. Salida permanente al aire libre y pienso ecológico.

1 para las gallinas camperas. Con salida permanente al aire libre.

2 para las criadas en el suelo. Las gallinas pueden moverse dentro de un gallinero cubierto.

3 para las criadas en jaula. Se alojan en jaulas para facilitar la recogida de huevos.

Las dos letras siguientes indican el país de procedencia del huevo y los siguientes dígitos identifican la granja concreta con un número para la provincia, otro para el municipio y el resto es la explotación dentro de ese municipio.

 

Referencia: https://www.ocu.org/alimentacion/alimentos/informe/huevos-beneficios