LA IMPORTANCIA DE LA REINA

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La abeja reina es el factor elemental de una apicultura equitativa y de sus condiciones depende el éxito de una explotación apícola.

La colmena necesita de un recambio de reina cada dos temporadas aproximadamente, ya que la existencia de una reina envejecida afecta directamente la producción de miel.

Los apicultores que no disponen de un plan de recambio metódico de reinas, tendrán cada temporada un 20% de la producción de las colmenas improductivas. Porque apostar al  reemplazo de forma natural de sus reinas, huérfanas o con reinas recién fecundadas, en cualquiera de las tres posibilidades que otorga la naturaleza; dichas colmenas van a tener una población inferior al resto del colmenar.

Estas situaciones se producen al comenzar el flujo principal de néctar, con lo cual se produce una notable disminución en la cantidad de miel cosechada. A lo anterior se suma que alrededor de un veinticinco por ciento de colmenas se perderán durante la invernada, en consecuencia la colmena quedaría huérfana.

Una colmena al terminar el invierno como así también la resistencia a las distintas enfermedades que la pudieran afectar, es superior cuando la reina es joven, sana, vigorosa, de buen origen genético y ha sido criada correctamente.

A pesar de que es una práctica agresiva, es necesario detectar a la reina antigua y matarla rápidamente para evitar que la colmena se vaya detrás de ella.

También se debe estandarizar las colmenas en cinco cuadros de cría y siete de abejas, alimentarlas con un litro y medio de jarabe de azúcar, y dejarlas cuarenta y ocho horas huérfanas. Luego se debe alojar la nueva abeja en la jaula reina y se la libera a las veinticuatro horas, alimentándola con jarabe cada vez que sea necesario hasta que la reina empiece la postura, suceso que se desarrolla a los tres o cuatro días.

FUENTE: La importancia de la sustitución de la abeja reina cada dos años (infomiel.com)