Nivel de infestación de Garrapatas y su efecto en la ganancia de peso en bovinos

img

Por MC. Roberto O. Castañeda Arriola; Dr. Ángel Ríos Utrera / INIFAP

El vector Rhipicephalus microplus representa un gran riesgo para el sector ganadero, debido a que afecta la producción de carne y leche. Además, es importante destacar que representa una barrera comercial y una amenaza para la venta de ganado en pie a los Estados Unidos de América, actividad que genera 700 millones de dólares al año.

La estrategia empleada para el control de la garrapata se ha basado en la aplicación de compuestos químicos, no obstante, estos pueden resultar tóxicos y costosos. Aunado a esto, debemos considerar que la generación de resistencia de las garrapatas, ha propiciado replanteamientos sobre este método. El manejo integral de plagas se considera la mejor opción en el control de las garrapatas, pero para lograrlo es necesario tener profundos conocimientos de las interacciones ambiente, hospedero y parásito. Mediante esta forma de control se logra tener poblaciones de garrapatas en cantidades que sean bajas, para no poner en riesgo la salud de los bovinos, pero que a su vez sean suficientes para infectarlos con patógenos hemotrópicos a temprana edad; de esta forma, podrán generar inmunidad contra los mismos, logrando por consiguiente una estabilidad enzoótica.

El conocimiento de la variación poblacional a lo largo del año, así como la influencia del clima y manejo sobre la garrapata, son fundamentales para establecer un adecuado control. Por lo anterior, el objetivo del presente estudio fue evaluar el grado de infestación natural por Rhipicephalus microplus, así como determinar su correlación con factores climatológicos y su efecto sobre la ganancia de peso en bovinos doble propósito.

El estudio se desarrolló en el campo experimental La Posta del INIFAP, en Paso del Toro, Veracruz. Se utilizaron 31 bovinos cruzados Bos taurus x Bos indicus. La edad promedio de los animales al inicio del experimento fue de 307 días. Los animales fueron inspeccionados cada 28 días con la finalidad de registrar la dinámica poblacional del vector Rhipicephalus microplus mediante el conteo de garrapatas semi-repletas (4.5 a 8.0 mm de diámetro). Durante el estudio, no se aplicó ningún garrapaticida a los animales.

En julio, mes en que se presentó la mayor temperatura ambiental, el número promedio de garrapatas por animal fue mayor que en los otros once meses del año (Cuadro 1).

Por ejemplo, en los casos más extremos, en el mes de julio los animales presentaron 46.6 y 57.0 garrapatas más que en los meses de septiembre (año 2015) y octubre (año 2015). En los meses de abril, mayo y junio, meses en los que la temperatura ambiental y la humedad relativa fueron similares, el número de garrapatas por animal también fue similar, 45.0, 43.0 y 45.1 garrapatas, respectivamente. En enero y febrero, meses con una temperatura ambiental relativamente baja, los animales presentaron, en promedio, un número similar de garrapatas (20.7 y 18.5, respectivamente); sin embargo, en estos dos primeros meses del año, el número promedio de garrapatas por animal fue menor que en abril, mayo y junio, meses en los que se presentó una temperatura ambiental relativamente más alta.

Estos resultados son acordes con el coeficiente de correlación (0.21), que indica que a mayor temperatura ambiental mayor número de garrapatas en el animal; por el contrario, a menor humedad relativa mayor número de garrapatas en el animal (-0.19); sin embargo, la correlación entre este último par de características fue un poco más débil. Los machos tendieron a tener más garrapatas que las hembras (29.9 vs 22.1 garrapatas); sin embargo, la diferencia no fue estadísticamente significativa. Los becerros 11/16 Suizo Pardo x 5/16 Cebú tendieron a tener menor número de garrapatas que los becerros de los otros genotipos, pero las diferencias entre los genotipos evaluados no fueron estadísticamente importantes (Cuadro 2).

El coeficiente de regresión de la ganancia de peso sobre el número de garrapatas fue -0.03442 kg/garrapata, lo que significa que la ganancia de peso disminuyó 34 g por cada garrapata semi-repleta presente en el animal en un periodo de 28 días. Por lo tanto, bajo las condiciones del presente estudio, en el mes de julio los animales perdieron, en promedio, 2.1 kg de peso corporal. El coeficiente de correlación (-0.67) reveló que la ganancia de peso promedio fue menor conforme aumentó el número de garrapatas en los animales. Los bovinos con niveles medios y bajos de infestación ganaron, en promedio, 2.88 y 3.87 kg más por periodo de muestreo, respectivamente, que aquellos con altos niveles de infestación (Cuadro 3). Varios investigadores han reportado que existen animales que consistentemente portan menos garrapatas que otros en el mismo ambiente, debido a su mayor habilidad para responder inmunológicamente a las garrapatas.

En conclusión, la infestación por la garrapata Boophilus microplus requiere un control más estricto en los meses de mayor temperatura ambiental (abril a julio). El sexo y el genotipo de los bovinos no influyeron en la cantidad de garrapatas que portaron los animales. La correlación entre el número promedio de garrapatas y la ganancia de peso promedio fue negativa y moderada, encontrándose que bovinos con altos niveles de infestación con este vector tuvieron menores ganancias de peso que bovinos con medios y bajos niveles de infestación.